[ 94 - Taehyung ]

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Hoy, Taehyung y tú salieron de viaje por carretera. Estaban tan felices que todo parecía ser perfecto, el paisaje, la música y Taehyung.

Eran mejores amigos, pero tú, te habías enamorado de él y escogiste aquel viaje para declararte. Estabas tan nerviosa que no podías pensar en otra cosa que en aquel momento en donde deberías hablar sobre tus sentimientos.

El viaje transcurría con total tranquilidad, Taehyung conducía y tu te encargabas de la música, el viento golpeaba sus rostros, era como en una película de esas en donde el tiempo parece ir en cámara lenta y se aprecia lo perfecto que puede llegar a ser un momento como esos.

Estaban dirigiéndose a una pequeña casa de campo no muy lejos de Seúl, al menos, a una hora y media de camino. Irían más amigos la mañana siguiente, ustedes se adelantaron ya que serían los primeros en regresar por cuestiones de estudios.

Llegaron a la casa de campo, era preciosa.
Tenía 4 habitaciones. Tu y Tae dormirian en una de ellas ya que vendrían 6 personas más y había que economizar espacio. Ustedes dos ya habían dormido en una misma habitación en repetidas ocasiones, eran mejores amigos desde que tenían 8 años cada uno.

—Me duele el trasero —Decía Tae mientras bajaba su maleta del auto. Luego, bajó la tuya.

—¿Cómo te va a doler algo que no existe?

El reía sarcásticamente.

Ambos iban a la habitación. Era algo pequeña pero no lo suficiente como para no poder albergar dos personas en  ella. 
Después de acomodar la ropa y otras cosas que habían llevado con ustedes, llegaba tu "plan: declaración al chico jazz"

Tu plan era preparar algo de cenar, comer junto a él, luego invitarlo a ver alguna película y cuando está terminará, lanzar la bomba. No era el plan más romántico, pero era lo que podías medianamente hacer sin colapsar en el intento.

—Hey Tae, la cena ya está lista —llamabas a Tae quien se había quedado haciendo algo de aseo a la habitación.

—Wah, huele delicioso —Inhalaba profundamente. Soltaba una sonrisa de satisfacción.

Ambos se sentaban, disfrutaban de la cena y conversaban de cosas varías.
Llegó la hora de la película, todo iba de acuerdo al plan. Pero solo fue cuestión de minutos para que ese plan se fuera al carajo.

La luz se cortó y todo quedó en penumbra. Hubo un silencio de unos segundos y luego una risa nerviosa por tu parte.

—Bueno, ¿Cómo estás? —Decía Tae en forma de broma. No veían absolutamente nada y por alguna razón, decidieron no moverse de la habitación donde estaban viendo la película.

—Maldita sea, ¿acaso no puedo declararme en paz? —Pensaste en voz alta y te diste cuenta muy tarde. Si la luz hubiera regresado en ese momento, se verían tus mejillas totalmente enrojecidas.

—¿Qué? —Dijo Tae en un tono algo nervioso y gracioso.

—Que de que —Decías tratando de persuadir sus palabras. Fue lo más estúpido y rápido que se te vino a la cabeza

—¿Me das por idiota? Es obvio que lo escuché —Reía al final. "Que hermosa sonrisa" Pensaste— Gracias al cielo que te declaraste tu, soy muy tímido para hacerlo yo

—¿Qué? —Eso te tomó por sorpresa

—Que de que —Tae su que era divertido

𝚋 𝚝 𝚜 - 𝚘 𝚗 𝚎 - 𝚜 𝚑 𝚘 𝚝 𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora