[ 04 - Namjoon ]

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Hoy era tu primera semana en Corea, te sentías extraña pero emocionada.

Habías viajado hasta Corea para poder estudiar la carrera que querías y sacarle el mejor provecho.

Vivías junto a otras 3 chicas en una casa compartida para estudiantes ya que era un poco más barato y la compañía era buena.

A veces la nostalgia te ganaba y extrañabas tu hogar, a tu familia y amigos.

Salías para las tiendas de conveniencia que te tenían encantada y además, te servía para despejarte y comer algo. Suerte que una de esas tiendas quedaba a solo 1 minuto caminando.

Llegaste y se te antojaron fideos picantes. Los compraste y te sentaste en una de las mesas de afuera. El clima era fresco y agradable para comer afuera.

De repente, un chico se sentaba frente a ti. Tal vez, no se había dado cuenta que ya estaba ocupada esa mesa ya que todo el tiempo mantuvo la cabeza baja.

Bruscamente, puso una botella de Soju sobre la mesa. Te asustaste mucho, tenías miedo a que fuera violento así que te ibas a levantar, pero el habló.

—Lo siento si te asuste —Levantaba la mirada y te dabas cuenta de que lagrimas salían de sus ojos, el lloraba y sus ojos te transmitían mucha tristeza y nostalgia.

—Oye, ¿estás bien? —Probablemente, la pregunta más estúpida del mundo ya que era obvio que él no estaba bien.

—Rompí con mi novia —La forma en que lo decía mientras su voz se entrecortaba te ponía muy triste.

Algo que te sorprendía era como te contaba eso siendo tu una completa extraña. De verdad necesitaba que alguien lo escuchara.

—Lo siento mucho, pero no tomes alcohol para sanar eso u de alguna manera olvidar

—Entonces dime que puedo hacer —Decía frustrado y angustiado— Yo la amo, no se que paso.

—No sé, comer es mejor que alcoholizarse hasta perder la cabeza, además, estas solo aquí y no hay nadie quien pueda llevarte seguro a tu casa.

—¿Comer? Supongo que el vacío del estomago puede llenar un poco el del corazón —Se levantaba de la mesa y entraba a la tienda. Veías como escogía snacks de los estantes.

Regresaba a su asiento. Comía mientras limpiaba sus lágrimas.

"Si que la amaba" dijiste en tus adentros.

Tú también comenzabas a comer tus fideos.

—Es la primera vez en tiempos que no veo a alguien sorber sus fideos —Comentaba de repente aquel triste chico.

—¿Disculpa? —Tomaste un tiempo para procesar lo que digo— ah, es que de dónde vengo sorber o hacer ruido mientras comes no es algo que sea de buena educación —Cuando llegaste a Corea, notaste que todos hacían ruido al comer ya que, al parecer, en Corea eso significa agradecimiento o que estas disfrutando la comida.

—Ah, lo siento —Decía y volvía a su comida— ¿Debería dejar de hacer ruido mientras estas aquí?

—No te preocupes, estas en tu país

Él sonreía y ambos seguían comiendo.

Terminabas tus fideos y ya te disponías a irte a casa.

—Bueno, espero que tu corazón sane, todo saldrá bien —Decías mientras te levantabas.

—Gracias... —Se quedaba en silencio con la intención de que dijeras tu nombre

—________

—Gracias _____, espero verte pronto y hacer algo para agradecerte —Decía un poco más animado— Por cierto, soy Namjoon.

—No te preocupes Namjoon, no me dejes nada —Dejabas la silla en su lugar— Por si necesitas hablar con alguien, puedes encontrarme aquí en las noches, a veces vengo a comer o solamente a sentarme y tomar algo.

—Está bien _____, gracias por tu apoyo, de seguro me verás aquí de nuevo.

—Está bien Namjoon, espero que te recuperes —Decías para luego girarte y marcharte.

𝚋 𝚝 𝚜 - 𝚘 𝚗 𝚎 - 𝚜 𝚑 𝚘 𝚝 𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora