SHADIA
Traté de recomponerme y cortar las lágrimas que no querían parar.
¿Por qué esas cosas me sucedían?
¿Qué fue lo que hice tan grave que ahora debía pagar?
Respiré hondo y salí de la oficina un poco más de media hora después que ese hombre. Temía encontrármelo a fuera y que retomase sus ideas perversas.
¿Qué iba a hacer?
¿Debía decirle a alguien?
¿Qué pasaba si no me creían?
No podía permitir que el mundo se me viniese encima otra vez.
No.
No de nuevo.
Pasé junto a Margaret quien tenía la cabeza baja y me ignoró al salir de allí.
Caminé deprisa por el campus, ya no quedaban casi estudiantes y el cielo oscurecía. Mi teléfono vibró en mi bolso, era Izzy. Por una fracción de segundo dudé en contestar, pero como siempre me obligué esconder las heridas al mundo y seguir adelante.
—Hola, Babe, sé que ya saliste no lo niegues —señaló en tono festivo.
—Sí, ya estoy de camino a la salida, ¿Nos vemos en la residencia?
—Uhm, no. Te llamo porque vinimos por ti. Te estamos esperando afuera. —Noté mucha picardía en su voz.
— ¿Quiénes me esperan? ¿Tú y Greg?
—Obvio y... también Daniel.
Daniel.
Su nombre retumbó en mi cabeza.
Hoy no.
No tenía ganas de ver a nadie.
— ¿Está afuera con ustedes?
—Sí —confirmó mis sospechas.
¡Oh, no!
No deseaba que me viesen así; no quería que Daniel me viese así.
El recuerdo de mi labio partido y sangrando me atacó de manera implacable, no deseaba dar explicaciones y tampoco armar una guerra en la que sabía que podía perder; aunque limpié un poco el rastro de sangre, se me notaba bastante y ni qué decir de mi pómulo colorado por el golpe. ¿Qué debía hacer? Izzy no me la iba a poner tan fácil.
— ¿Babe? ¿Pasó algo?
—No, nada, solo que estoy bastante cansada, ha sido una semana horrible y quería ir directo a la cama.
—Anda, ven con nosotros —suplicó—, prometo que no te vas a arrepentir. ¿Cuándo te he fallado?
—Nunca.
ESTÁS LEYENDO
Nocturnos © [+18] ✔️
Romance[COMPLETA] Él es un fuego azul, pasional y celestial, que esconde mucho más allá de lo que demuestra pero que no parece peligroso. Ella derrochaba lujuria en su mirada, su piel lo invitaba a poseerla ¿Crees en el poder del enigmático destino? Bienv...