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CAPITULO 48 A TASTE OF HONEY

DANIEL

Transcurrió casi un mes desde que Shadia fue dada de alta. Afortunadamente no hubo evidencias de abuso sexual, lo único que se encontraron fueron restos míos.

Estuve visitándola de vez en cuando en la residencia para ver como estaba, cómo evolucionaba todo, pero especialmente para cuidarla ya que no teníamos ninguna noticia de Jareth.

La policía había investigado bastante y no daban con su paradero. Su familia afirmaba no saber nada, como si la tierra se lo hubiese tragado. Sin embargo, continuaban vigilándolos de cerca. A veces contemplaba la posibilidad de que hubiese salido del país.

Tenía unos días libres y le prometí a la abuela pasar más tiempo con ella. Mamá había regresado a Estados Unidos antes de lo previsto.

Salimos a desayunar afuera, fuimos a Gordon's.

Antes no solía frecuentarlo mucho, pero había ido a comprar casi toda la semana el desayuno para Shadia, que terminé inevitablemente enganchado a ese lugar.

Antes de bajar del auto le mandé un mensaje.

«Buenos Días. ¿Cómo amaneces? ¿Ya desayunaste? ¿Estás en cama descansando? Luego paso a verte».

«Hola, sí, estoy bien. Y ¿tú? Gracias por preguntar». Me respondió.

Le escribí algo corto. Ayudé a la abuela a bajarse del carro, cruzamos la calle y justo cuando abrí las puertas de vidrio del café...

Ambos nos paralizamos al notar la presencia del otro. Ella mucho más que yo. La abuela nos observaba extrañada. Suspiré pesadamente.

— ¿Qué haces aquí? —Su mirada viajó de mí hacia la abuela y de la abuela hacia mí, como sin saber que decir exactamente.

—Eh...hola...

Negué con la cabeza.

—Mentiste.

Ella tragó en seco, las palabras no le salían.

— ¿Hola? —saludó la abuela viendo como era ignorada.

La situación se volvió incómoda entre los tres parados a la entrada de Gordon's.

—Abuela, ella es Shadia. Shadia ella es mi abuela Rebeca.

—Mucho gusto —expresaron las dos al tiempo.

— ¿Podrías esperarme adentro un momento? —le pedí a la abuela.

—Claro, buscaré una mesa. —Le sonrió a Shadia y ella le devolvió la sonrisa.

—En serio me alegra mucho que los hematomas hayan desaparecido gracias al procedimiento del Dr. Wu pero... ¿Por qué salir? ¿Por qué mentir, Shadia? somos adultos, no eres una niña a la que se le está prohibiendo una golosina y la toma en secreto. Acabo de preguntarte si estabas en la residencia y desde aquí me escribiste mintiendo. ¿A qué juegas? ¿Sabes que pones en riesgo tu salud?