DANIEL
—Llévame a la residencia por favor.
—Vente conmigo a casa.
—No hoy, Dan.
— ¿Dan? Esto es nuevo. Me gusta. —La observé —. ¿Qué pasa contigo?
—Demasiadas Palomas. —Me miró sonriendo mientras se acomodaba inquieta en el asiento, quedando con su cuerpo a medio lado. Se acurrucó en el puesto y lentamente desapareció su sonrisa.
Ahora una hermosa mujer yacía dormida a mi lado. Conduje en silencio todo el camino hasta el John Adams Hall.
—Shadia, despierta.
—Uhm...—Se remueve en el asiento y frunce el ceño.
—Ya llegamos —informé.
Abrió sus ojos tratando de acostumbrarse a la luz. Llevó una mano a ellos ocultando un rastro de vergüenza.
— ¿Hace cuánto me dormí?
—Llevas casi todo el camino dormida —admití.
—Oh, Dios. Lo siento. —Sonrió y me deleité observándola.
Se incorporó para bajar del auto.
—Déjame ayudarte. —Desabroché mi cinturón de seguridad, salí del auto y me encaminé a su lado para abrirle la puerta. Le ofrecí una mano para que se sostuviese al bajar.
—Gracias. Uhmm... —Dudó—, ¿Quieres subir?
Mi pene quería hacerlo, pero mi mente me decía que no.
—Es tarde.
Respondí con una sonrisa forzada. Seguro esperaba una reacción diferente a su invitación.
—Gracias por todo.
La observé mientras me daba la espalda y empezaba a caminar. Cerré los ojos, tomé una bocanada de aire y caminé hacia el auto sin voltear.
No.
La cabeza de arriba me detuvo y la de abajo... se moría por correr tras ella.
¿Y adivinen qué?
Me devolví.
Cuando estaba a punto de entrar la detuve.
—Sabes bien que quisiera entrar contigo...pero entonces no me voy a detener hasta que me cuentes que ha pasado, ¿Por qué esa herida? ¿Quién te la hizo? Todo. Voy a querer saberlo todo, y sé que no estas dispuesta a decirlo.
Sus ojos buscaron los míos con desespero. Su mirada fija viajó a través del espacio que nos separaba, entró por mi pupila y avanzó directo a mi interior. Nos quedamos así por un instante...segundos que parecieron horas.
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Nocturnos © [+18] ✔️
Romance[COMPLETA] Él es un fuego azul, pasional y celestial, que esconde mucho más allá de lo que demuestra pero que no parece peligroso. Ella derrochaba lujuria en su mirada, su piel lo invitaba a poseerla ¿Crees en el poder del enigmático destino? Bienv...