DANIEL
¿Alonso?
¡No me jodan!
La perfecta y productiva conversación que sostenía con mi padre y que me tenía de un humor excelente, fue pisoteada por la presencia de ese poco hombre.
¿Qué carajos hacia él en Nueva York?
¿Quién demonios lo había invitado?
—Alonso, bienvenido —exclamó mi madre desde el fondo del salón.
Shadia estaba que no se lo creía. De repente todos empezamos a alternar miradas; Alonso me acusaba con la suya; Shadia lo observaba a él, a mi madre y luego a mí, mientras yo no sabía dónde meter la puta cabeza.
— ¿También se conocen? —preguntó mi madre a Shadia cuando llegó hasta nosotros.
Ella se quedó en silencio, muy fuera de lugar.
—Necesitamos hablar —soltó por fin el desgraciado.
Shadia me observaba estupefacta porque él se había dirigido directo a mí con extrema confianza y naturalidad. Alguien llamó a mi madre y por fortuna nos dejó solos.
—Vamos al estudio —le dije con firmeza.
—Que ella venga con nosotros —demandó como si estuviese en posición de hacerlo. Yo negué lentamente con la cabeza, lo último que deseaba era un escándalo.
— ¿Qué está pasando? —inquirió Shadia.
— ¿Le dices tú o le digo yo?
¡Maldito!
Antes que pudiese decir otra cosa, la tomé a ella de la mano y la conduje al estudio. Alonso entró siguiéndonos los pasos. Instintivamente sentí su pulso, estaba igual o peor que el mío.
No era posible que estuviese a punto de joderlo todo.
Busqué en mi mente las palabras exactas pero no las hallé, a cambio se me adelantó Alonso con sus aires de orgulloso como siempre.
— ¿De verdad creíste que nunca me iba a enterar? —me dijo directo a la cara—: ¿Y tú, creíste que no te iba a encontrar? —se dirigió a ella.
La observé un poco aturdida y a punto de estallar en no sé cuántos insultos tuviese guardados, el problema es que no podía adivinar si eran para él o para mí.
—Qué carajos te importa dónde estoy y lo que hago con mi vida —espetó Shadia con furia.
—Me importa que te andes revolcando con este.
— ¿De qué hablas? ¿Dan? —Posó sus ojos en mí—. Dime que no se conocen porque es lo que me parece.
Miré al suelo sin saber qué demonios decir. No podía pensar, necesitaba buscar las palabras adecuadas para no lastimarla a ella.
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Nocturnos © [+18] ✔️
Romance[COMPLETA] Él es un fuego azul, pasional y celestial, que esconde mucho más allá de lo que demuestra pero que no parece peligroso. Ella derrochaba lujuria en su mirada, su piel lo invitaba a poseerla ¿Crees en el poder del enigmático destino? Bienv...