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CAPITULO 57 I'M HAPPY JUST TO DANCE WITH YOU

SHADIA

Luego del tremendo beso que le estampé a Daniel las chicas me arrastraron hasta el baño para dar inicio a un exhaustivo interrogatorio con ellas de jueces y el papel higiénico como jurado.

¡Exijo un abogado!

—O sea nos explicas ya ¿Qué ha sido toda esa mierda? —exclamó Izzy con ojos desorbitados.

—Nena y toda esa indignada que te pegaste hace unos días, de verdad nos creímos el cuento —manifestó Sam.

—En serio no entiendo a que juegan ustedes dos, me van a volver más loca —chilló Izzy caminando de un lado a otro en el baño.

Yo simplemente miraba al suelo, buscando una explicación corta y sustanciosa.

— ¿Quién beso a quién? ¿Hace cuánto llegaron? Pensé que estabas molesta —me interrogó Sam.

Puse los ojos en blanco y me acomodé el cabello viéndome en el espejo para matar el tiempo y evadir sus preguntas.

— ¡No dejé que entrase a nuestra habitación las tres veces que te fue a buscar!

— ¿Cómo dijiste, Izzy? —Me volteé hacia Isabelle sorprendida por sus afirmaciones.

—Trataba de mantener tu dignidad a salvo —se excusó.

— ¿Cuál dignidad? Mira cómo se comían la boca, hasta yo me he dado cuenta de la tensión sexual que hay entre ustedes ¡Ya háganlo! —vociferó Sam.

De inmediato Izzy y yo estallamos en carcajadas.

— ¿Qué? —nos gritó.

—Hay mi vida, yo mejor me voy, no puedo con esto. —Izzy se tapó la boca aguantando un poco la risa.

Sam rodó los ojos y yo empecé a soltar toda la información solicitada.

—Simplemente me desperté hoy y me dije: ¿Por qué siempre debes perder incluso en tus propios juegos? ¿De verdad él está convencido de que no le gustas y que no siente nada por ti? Pues ya lo veremos, apostaré al doble por esto y no pienso perder.

— ¡Enloqueciste!, es oficial —se burló Izzy mientras Sam nos miraba más perdida que antes.

—De verdad que no entiendo nada —aseguró Sam.

No había nada que entender, solo observarme haciéndolo caer.

—Vámonos, hay gente esperándote —le dije a Izzy.

Las tres salimos del baño y entramos nuevamente al Tiki Tiki Bar.

—Ese hombre te desea, hay tensión sexual en el aire —murmuró Samantha.

Nuevamente Izzy y yo nos miramos y le soltamos la risa en la cara porque pobrecita, ese postre ya fue degustado en reiteradas ocasiones. Ella puso los ojos en blanco y continuó su camino hasta alcanzar a Nate.