DANIEL
Confesarle especialmente a ella una situación que me atormentaba y me avergonzaba a extremos inimaginables no era sencillo. Confieso que en algunas ocasiones quise hacerlo pero el miedo a su reacción me hacía dudar con demasía. Sabía perfectamente que había mucho en juego entre los dos, que no éramos simple y llanamente un par de nocturnos.
Había algo más que me retenía en sus brazos, más que su cuerpo, más que el sabor de su sexo, más que mis ganas, algo mucho más que ella siempre dispuesta a todo.
No tenía nada que preguntarme, nada por lo cual abrir exhaustivas investigaciones, nada de hipótesis ni experimentos a mi favor. Lo sabía. Lo supe desde hace un tiempo y lo enterré en mi pecho junto con mis demás tormentos, al lado de aquello que tanto me detenía, en el mismo compartimento de mis miedos, justo detrás de mis inseguridades, a tan solo un paso de lo que empezaba y luego abandonaba.
No sabía cómo iba a tomar mi confesión pero de alguna manera debía averiguarlo, ya no quería seguir fingiendo que estaba bien con lo que teníamos, porque no era el caso. No tenía sentido pretender que podía vivir solo teniendo su cuerpo y su boca, la quería completa, a ella. Con todo lo que suponía estar a su lado.
Pero allí seguía esa sensación de perderlo todo si avanzaba un paso más. Eso que me aun me detenía me la podía arrebatar de un tirón y entonces no tendría más nada de ella. No era el momento de más confesiones, no sin asegurarme de no rompernos a ambos en el proceso porque el tiempo corría en mi contra y no a mi favor, solo debía saber cuándo y cómo abordarla con ello.
No estaba listo. No aun.
—Dan yo...
—Quería decírtelo antes, perdón —interrumpí.
—No, yo... —Su vista se dirigió hacia algún punto del techo—, realmente no sé qué decir, creo que es muy valiente de tu parte confiarme esto.
—De verdad quería decirlo antes, pero siempre algo se interponía entre los dos y terminábamos como empezamos.
Ella posó sus preciosos ojos nuevamente en mí, la observé con atención deseando descubrir su reacción.
No se lo esperaba, sin duda.
Guardó silencio esperando por más.
—Luego de los eventos que ya sabes, me deprimí un poco...bastante... y lo resolví de la manera fácil: refugiándome en la cocaína. Cuando estuve demasiado cerca de la heroína pedí ayuda a mi familia, no podía caer más bajo por algo banal. Estaba arruinando mi futuro, mi vida, mi salud, mi estabilidad y jugándome al extremo mi carrera como médico.
»Adelgacé, me volví ajeno incluso a mi propia sombra, herí a mi familia; fue esa la verdadera razón por la cual arruiné mi consultorio. Ese era mi lugar de refugio, donde empecé a dar rienda suelta a una temible adicción. Me vi envuelto en una oscuridad de la que casi no logro salir. Y después de dar los primeros asfixiantes pasos, me costó mucho mantenerme de pie. La abstinencia fue horrible y estar internado algún tiempo resultó aun peor.
ESTÁS LEYENDO
Nocturnos © [+18] ✔️
Romance[COMPLETA] Él es un fuego azul, pasional y celestial, que esconde mucho más allá de lo que demuestra pero que no parece peligroso. Ella derrochaba lujuria en su mirada, su piel lo invitaba a poseerla ¿Crees en el poder del enigmático destino? Bienv...