CAPÍTULO 29 HOLD ME TIGHT

114 8 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


DANIEL

Nate y Samantha ya nos esperaban en Satan's Whiskers cuando llegamos. Saludamos y entramos todos juntos al lugar. Debí darle el crédito a Greg, definitivamente era un buen lugar, el ambiente y los tragos no desatinaban. Se escuchaba Hip hop y las chicas sonreían.

La primera ronda fue de Margaritas y tacos. Luego cada uno pidió un cóctel de su preferencia.

La noche aun era joven, todos reían, hablaban y cantaban de vez en cuando. El lugar estaba a reventar.

Me tomé el Segundo Dark'n'Stormy. Los chicos se habían dispersado de la mesa y solo quedamos ella y yo.

— ¿No crees que son muchas Palomas por hoy? —Ya le había contado cinco.

Sonrió y agachó la cabeza. Luego me miró mordiéndose ligeramente el labio.

Así que su mal humor se había ido volando como las palomas que había bebido.

— ¿Me estás contando los tragos?

—Voy a pagar por ellos —Sí, comentario innecesario.

—Auch, ¿Por qué no tomas uno de estos? —Señaló el vaso en su mano—. Están buenísimos.

Levanté y agité el cóctel, mostrándole que tenía el mío.

—Vamos, solo un poquito, prometo que va a ser lo mejor que hayas probado en tu vida.

—No lo creo.

—Solo prueba —rogó.

—Créeme que he probado otras cosas mejores —repliqué.

— ¿Un trago más adictivo? ¿O una mujer? —Me estaba coqueteando descaradamente.

¡Más Palomas, por favor!

No pude evitar reír. Pasé la vista por el lugar. Greg e Isabelle estaban en la barra fascinados mientras les preparaban un cóctel. Samantha y Nate no se veían por ningún lado. Mi atención volvió de inmediato a esa hermosa mujer de besos ardientes y piel cremosa.

Me miraba fijamente y sonriendo cuando mis ojos encontraron los suyos.

¿Qué quieres de mí, Shadia?

—Y entonces... ¿Un trago o una mujer? —insistió.

—Vamos afuera. Ahora —expresé con voz firme. Hacía días que no la tenía solo para mí.

Me observó extrañada como haciéndose la desentendida.

— ¿Quieres saber o no si es el trago o la mujer? —pregunté.

Se levantó de la silla, cruzó cerca de mis piernas y se acercó a mi oído susurrando:

—A veces hago preguntas, cuyas respuestas ya las conozco. Desde hace tiempo sé que es la mujer —dijo callándome la boca en el acto.

Nocturnos © [+18]  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora