Capitulo 63

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Cada vez que alguien me pregunta como estoy deseo gritar que estoy molesta y hay un gran sentimiento de venganza dentro de mí más fuerte que yo y en mi primer oportunidad haré arder todo; sin embargo, me limito a responder con un «estoy bien». Me mantengo ocupada con cualquier cosa con tal de no pensar en salir corriendo a buscar a Daryl. Después de la charla con Marcus él no se ha apartado de mí en ningún momento, alega que Daryl se lo pidió porqué la soledad me hace mal, que yo no he nacido para estar sola. Si mi Bombón lo sabe es por las ocasiones en las que me quede sola en el bosque y me perdí o arriesgue mi vida, me fui a meter a la boca del lobo cuando llegue a Terminus, por suerte no me comieron esa banda de caníbales.

Rick y Carl tuvieron una charla conmigo sobre los motivos de no poder salir, al parecer mi amiga le fue con el chisme a los Grimes de que tenia intenciones de fugarme, razón por la que a la media vuelta me encuentro con Carl o con su papá. La discreción y el perfil bajo no son cualidades que yo poseo, hago un gran esfuerzo por parecer lo más serena posible ante nuestra situación actual.

Mi único trabajo hasta ahora es permanecer en la enfermería, hacer los inventarios y tirar los medicamentos caducados. Leo el herbario intentando memorizar las propiedades curativas de las plantas. Los medicamentos se escasearán tarde o temprano, tendremos que recurrir a la botánica sí o sí. En algo debo ocupar mi mente qué mejor que la medicina, con algo de suerte y hasta le pierdo el miedo a operar.

—Hola, Betty —me giro al escuchar mi nombre. La cara de preocupación de Rick no ha desaparecido desde hace cuatro días; le preocupa no tener las provisiones suficientes para Negan sin contar que no sabemos nada del estado de Maggie y su bebé—. ¿Cómo estás?

—Igual que las ultimas diez veces que me lo has preguntado en el día, Rick. —hago un intento de sonrisa torcida. Su expresión me dice que no me cree ni una palabra. Suspiro cansada por la situación—. Escucha, no voy a salir a buscar a Negan, ¿de acuerdo? ya me calme, alinee mis chakras y mis vibras están en su mayor resplandor para patearle el trasero a Negan y su gente cuando sea el momento. Que si mal no recuerdo Maggie nos pidió que nos preparáramos para la guerra antes de ir son Glenn, Sasha y el cuerpo inerte de Abraham.

—Sí, pero no podemos lanzarnos a una guerra así como así. Ellos no superan en numero...

—¡Y nosotros en armas! Vamos, ¿dónde quedo ése Rick desquiciado que mata a todo al que amenace a su familia?

Se pasa la lengua por los dientes superiores, esta cansado de mi insistencia.

—Igual que tú deseo aniquilar a Negan, pero aún no podemos hacer nada. Somos pocos en la comunidad; algunos todavía no saben disparar bien, seamos realistas en esos aspecto.

—¿Sabes qué? dejemos esto por la paz. Esperemos a que Negan se le antoje matar a cualquier otro de la comunidad, porque lo va hacer... todas las veces que desee y por el motivo más pendejo nos ira matando uno a uno.

—Betty, por favor...

—Tengo razón y lo sabes, Rick.

Baja la mirada al asfalto. Quizás estoy siendo muy severa, fría e insensible. Comprendo sus ganas de esperar, pero odio que ni siquiera al menos este haciendo algo para intentar contraatacar a los Salvadores. Se preocupa más por encontrarles suministros. Recuerdo el inventario que me pidió de los medicamentos ayer, olvide entregárselo.

—Aquí esta el inventario de los medicamentos que me pediste —extraigo la hoja de mi bolsillo derecho, se la extiendo, él la toma. Me ve un segundo para luego leer el papel—. Si me disculpas iré a buscar la moto de Daryl que se quedo en algún lugar por las vías.

—¿Saldrás sola? —pregunta alto al encontrarme lejos de él.

No respondo. Sigo dando largas zancadas hasta el porche de la casa. Genial, ahora me siento la peor de las personas por haberle hablado así a Rick; lo más seguro es que se haya sentido culpable o que nos este fallando. La idea de salir a buscarlo para pedirle perdón cruza por mi mente, maldita conciencia y maldito estúpido y blando corazón. Apoyo la frente en la puerta reflexionando el salir o no, mi mano juega con la perilla de la puerta dudando el abrirla o no.

Killer QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora