Poco a poco, un sonido lejano me hace despertar. Gruñidos. Eso es lo que se escucha y ahora ya no se escuchan tan lejanos.
Me incorporo de golpe, dispuesta a pelear o correr. Una mano cubre mi boca y otra me acuesta de nuevo en el asiento. Forcejeo. Dios un caminante entro voy a morir. Tuve una vida plena.
Ah, es Dixon. Daryl es quien me está cubriendo la boca. Hace una sepa de que guarde silencio y escuché. Los caminantes están pasando por un lado de nosotros. Ni siquiera han notado nuestra presencia en el auto.
El último de ellos pasa. Veo a Daryl directamente, espero y entienda la indirecta. Su mano sigue sobre mi boca. Parece darse cuenta de mi constante mirada, cruzamos miradas y hago señas con mis ojos a su mano. Sin decir nada la quita, sale del auto.
-¿Ahora para donde vamos? -tomo mis cosas-. ¿Por dónde crees que Ruby se haya ido?
Ignorandome, toma una bolsa plástica y algunas cosas del auto. Tomo otra bolsa y recojo cualquier chuchería que tenga aspecto bueno.
Unas piezas del auto, algunos trapos viejos, una caja de fósforos y una bola de billar negra con el número 8.
-¡Mira! Estas cosas son geniales, las agitas y preguntas algo al azar, ésta responde con un sí, no o tal vez. ¿Quieres probar?
-no -responde.
-¿No habrás sido una de estas bolas en el pasado? -ruedo los ojos.
Dudosa, juego con la pelota entre mis manos. La pequeña que llevo dentro me dice que le haga una pregunta; pero la mujer adulta me dice que se la arroje a Dixon a la cabeza haber si mejora su jodida actitud.
La agitó fuerte y pienso en mi pregunta.
-¿Daryl reirá alguna vez? -dejo de agitarla.
¡Por favor! Debe ser una jodida broma. Esta maldita bola de octava dijo que no. Daryl jamás reirá en su vida, esto es un fraude.
-¿Qué te dijo? -se hecho la bolsa al hombro.
-esta defectuosa -la lanzó lo más lejos.
Nos vamos carretera abajo. Seré sincera, mi sentido de la orientación es horrible, no se distinguir cual es el norte, el sur, este u oeste. Soy una vergüenza, Ruby me explico miles de veces como saberlo, me tomo días aprender el camino de regreso a esa casa a la mitad del bosque y todavía me tomo más tiempo aprender una como llegar. De por sí yo no se orientarme y el maldito bosque se ve igual por donde lo vea.
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Killer Queen
Fiksi PenggemarYa no se puede confiar en nadie. Nadie confía en ti. Las personas hacen lo inimaginable para sobrevivir al apocalipsis. Adiós a la democracia, todos están por su cuenta. Dos chicas han sobrevivido solas, hasta que cierto grupo las encuentra o mejor...