Ya no se puede confiar en nadie. Nadie confía en ti. Las personas hacen lo inimaginable para sobrevivir al apocalipsis. Adiós a la democracia, todos están por su cuenta.
Dos chicas han sobrevivido solas, hasta que cierto grupo las encuentra o mejor...
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—¿Qué debería hacer contigo? —dice rascando su barba. Si bien no me ve de manera severa, tiene cara de pocos amigos. Mi relato fue básicamente 70% mentiras y 30% verdades; tampoco es como que vaya a contarle el trato que hicimos con Hilltop o cuan peligrosos somos en verdad, que siga viéndonos como una comunidad sumisa llena de gente que esta a su merced por el hecho de haber matado a uno de los nuestros. Empiezo a creer que el matar a Abraham no fue al azar, ése pelirrojo ya habría hecho mierda este lugar en el tiempo que nosotros estuvimos ahí en la comunidad sin hacer nada—. Estás consiente de que no puedes quedarte sin un castigo, ¿verdad?
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—¿Castigo por haber hecho un ojo por ojo? ¡WOW! parecías ser un poco más comprensible, la verdad. Ellos se metieron con Daryl y solamente he hecho pagar a uno de los dos, creo que haces un gran trabajo al traer a Dwight de tu perra y a la vez te acuestas con su esposa sin que él pueda objetar, admirable tu forma de tortura. ¡Claro! sin dejar de lado que le dejaste la mitad de la cara como aguacate.
Hace un ademan con la mano agradeciendo el reconocimiento de su trabajo. Alimentar su ego lo hace cambiar en un segundo, que increíble.
—Daryl debe de estar agradecido conmigo por haberlo dejado conservar su mano. El golpearme es una falta grande, muñeca, y si lo deje conservarla es porque iba a ser muy difícil que él realizara su trabajo con una sola mano, no queremos que lo muerdan los muertos. —posa su mano sobre su pecho con fingida preocupación. Su risa ahogada, que más bien aparenta ser el ultimo respiro de alguien, inunda la habitación—. No sé qué es lo que hay en ti que me impide darte un verdadero castigo como es debido. Esta noche pensaba darte mucho amor, querida esposa, pero dadas las circunstancias, me veo en la necesidad de enviarte a dormir a un cuarto frío y oscuro. El amor destinado para ti se lo tendré que dar a Sherry, ella lo necesita luego del jodido puñetazo que le diste.
—Cualquier lugar es mejor que pasar la noche contigo.
—¿Desprecias el amor que puedo darte?
—Ya tengo un hombre que me da amor, y es tanto que no me cabe en el pecho.
Mis palabras sonaron con doble sentido, pude percatarme de ello dos segundos después de decirlas. Todavía me sonrojo por la vergüenza. Acabo de decirle inconsciente que Daryl la tiene grande. Por un segundo mi mente viaja aquella conversación que tuve con Daryl en el bosque donde me burle de su miembro, él dijo: te sorprenderías. Y tuvo toda la maldita razón. Los recuerdos de ambos hacen que me sonroje más, así que intento desviar la conversación hacia otro lado que no sea Daryl.
