Narra Betty
El sentimiento de alerta no desaparece, ni siquiera cuando duermo (si se le puede llamar a esto dormir). Luego de esperar sentada frente a la puerta las horribles repeticiones de la canción, que jamás apareció de nuevo, pude cerrar los ojos un segundo para recuperar un poco de energía, pero siendo sincera no puedo bajar la guardia un segundo. Yo no duermo, yo caigo en coma, y si me permito dormir como debería puede que cualquier cosa pase, de nuevo venga Dwight o Negan llegue y me hallé en el suelo. Quiero que ese bastardo vea que sus "castigos" no surten efecto alguno en mí (aunque sea mentira).
Hace días que no duermo bien, sin necesidad de verme a un espejo sé que tengo unas ojeras espantosas. La última semana ha sido la segunda peor en toda mi vida. Del mismo modo que cuando dormíamos con Ruby en el bosque, mantengo mis oídos alertas a cualquier sonido que no sea el de mi cabeza; así que, cuando escucho que el seguro de la puerta es retirado me incorporo de inmediato medió preparada para quién sea.
—¿Cómo la está pasando la princesita? ¿Estás cómoda, primor?
—Largo, Jeff —escupo. El estar en completa oscuridad por horas me causa un poco de sensibilidad a la luz. Aprovecho y veo la hora, apenas las siete; este maldito encierro es eterno.
—Pero si acabo de llegar.
Algo en su tono de voz no me gusta, ni la manera en la que me mira, ni su sonrisa torcida. Espio por encima de su hombro haber si hay alguien más en el pasillo, pero no, en esta planta sólo estamos los dos y eso empieza a inquietarme. Jeff entra de lleno en el pequeño cuarto, se detiene a mitad de camino al verme retroceder. Por instinto llevo mi mano a mi espalda esperando tocar mi espada. Idiota.
—¿Buscabas algo? —habla divertido.
Retrocedo hasta que mi espalda choca con la pared. Este lugar es una lata de sardinas, a donde me voltee o intente huir Jeff bloqueara la puerta, la claustrofobia regresa al no hallar una salida. Me cierro la chaqueta incómoda por su intensa mirada sobre el escote de mi blusa, acto que lo decepciona al igual que un Niño cuando le apagan el televisor, yo soy su diversión. Estira su mano con cautela, la dirige a la cremallera de la chaqueta y la alejo de un golpe cuando intenta bajarla.
—Vuelve a tocarme y lo vas a lamentar, cerdo pulgoso. —intento que mi voz no tiemble, me obligo a hablar con toda la seguridad que puedo, pero por dentro me estoy muriendo del miedo. Sin ninguna de mis armas me siento desnuda, desprotegida; soy una presa fácil.
Mis amenazas lejos de preocuparle lo animan más, su malévola sonrisa se agranda al verme buscar una salida con desespero.
—¿Vas a ir a contarle a Negan? Dudo que crea una palabra de la mujer que sólo le ha dado problemas desde que llegó. Golpeaste a sus esposas, lo golpeaste a él, rompiste otra regla al darle esa lata de duraznos al imbecil de Terrence —acerca su mano otra vez, es más rápido que yo y logra inmovilizarme la mano derecha con la que pensaba darle un buen golpe—. Quiera, gatita, no me obligues a matarte.
ESTÁS LEYENDO
Killer Queen
ספרות חובביםYa no se puede confiar en nadie. Nadie confía en ti. Las personas hacen lo inimaginable para sobrevivir al apocalipsis. Adiós a la democracia, todos están por su cuenta. Dos chicas han sobrevivido solas, hasta que cierto grupo las encuentra o mejor...