Capítulo 23

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Unos disparos a la lejanía hacen que despierte de golpe

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Unos disparos a la lejanía hacen que despierte de golpe.

-Calma -dice el pelirrojo-. De seguro otros cabrones cayeron en la trampa.

Asiento, vuelvo a cerrar los ojos. Sigo sintiéndome cansada, quiero dormir y no despertar. Por el sudor mi cabello se pega a mi frente, muevo mi mano hasta la tela que cubre mi pierna; esta empapada en sangre, lo que faltaba, ya comencé a desangrarme.

-Te vez horrible -comenta.

-Hoy no arregle mi cabello, es lo que pasa -bromeo.

-Me caes bien, pelirroja.

-Tú también me caes bien, hombre zanahoria -sonrío a medias.

Me recorro hasta apoyar mi espalda en la pared de metal. Cierro mis ojos con cansancio, quizá si duermo otros cinco minutos me levanté como nueva.

-Oye no te duermas -dice la Latina frente a mi-. Quédate con nosotros. Hallaremos la forma de curarte éso.

-¿Sabes? Mi amiga Ruby es latina, mitad latina, apuesto a que le hubieras agradó -digo débilmente.

-Saldremos de aquí y te ayudaré a buscarla, pero por lo que más quieras quedate despierta -toma mi cara entre sus manos.

-paz gente -levanto mi dedo índice y el corazón-, me iré a dormimundo.

-Betty...

La puerta se abre deteniendo las palabras de Maggie. Abraham y Rosita que son los que están más cerca mío se ponen de pie, listos a lo que venga y yo toda débil apenas logró mantener los ojos abiertos.

Como puedo alcanzó a ponerme de pie y apoyarme en la pared. Si Rambo puede soportar más de diez disparos y aún así derrotar a todos esos maleantes; yo puedo pelear con un roce de bala en la pierna.

Primero entra una mujer, detrás de ella un niño, seguido de un hombre y por último... Me muero. Esta aquí, él está aquí. Se ve tan malhumorado como siempre, solamente que está vez tiene la cara llena de golpes, me preocupa el color morado de su ojo.

La puerta se cierra. Siento mis fuerzas algo renovadas, lo suficiente para avanzar unos pasos.

-¿Rick? -pregunta incrédulo Glenn.

Se da vuelta hasta encontrar al coreano. Michonne y Carl hacen lo mismo, mientras Daryl camina de un lado a otro como animal enjaulado.

-Bombón -gira abruptamente su cabeza. Detiene su caminar y veo como sus ojos azules se mueven entre la oscuridad intentando encontrarme, doy dos saltos hacia él. Me analiza como si no fuera real y después se acerca estrechandome fuerte entre sus brazos-. Lo sabía; sabía que me encontrarías. Te lo dije, Daryl.

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Killer QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora