Capítulo 18

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Conocí casos de personas que se odiaban y se hicieron amigos porque se dieron la oportunidad de conocerse

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Conocí casos de personas que se odiaban y se hicieron amigos porque se dieron la oportunidad de conocerse. Jamás que dos personas borrachas se dijeran sus verdades, lloraran por ello y después estuvieran hablando como si nada hubiera pasado.

Eso está pasando ahora. Aproveché el momento y no lloré solamente por las verdades que me dijo Daryl, sino también por un poco de todo: perdí a mi familia y mejor amiga, no tuve las agallas para no dejar a mi papá convertido en caminante, mi abuelo murió hace más de cinco años y aún no terminó de llorar bien su muerte... No terminaba porque hace unas horas empape la camiseta de Daryl en lágrimas.

Lo único que quedaba ahora era esperar la resaca. Por mi que no llegue nunca.

Muy en el fondo sé que acabo de formar una especie de vínculo con Dixon, bueno, si no de qué otra forma me permitiría él sentarme entre sus piernas y apoyar mi espalda en su pecho. Digo, si alguien tiene otra teoría soy todo oídos.

-Lo que me dijiste sé que no se era una suposición. Lo lamento, no debí decir todo éso. Pero es que soy una Williams, si conocieras a papá lo entenderías. Mi abuela y mi mamá decian que solo hablábamos porque teniamos boca -cito sus palabras- y es cierto, nunca pienso lo que voy a decir; hablo por hablar.

Sus dos brazos rodean mi cintura. Estoy casi acostada lo que le deja a él apoyar perfectamente su barbilla en mi cabeza.

-Eres la excepción, no quiero que te  pudras en el infierno, tampoco eres un inútil, obviamente no me alegraría que murieras y mucho menos me das asco. -muevo mi cabeza a un lado para verle el rostro. Miraba en dirección al bosque y al darse cuenta de mi mirada me mira-. Hoy en día es difícil en cariñarse con las personas, siendo sincera para mi no lo es, ¡me encariño rápido! Y me da miedo porque sé que tarde o temprano se irán de mi vida. Sólo hay que ver lo que pasó.

Imaginarme a mi sin un Daryl al que molestar es horrible. ¿Quién va a gruñir cuando le guiño o cuando le digo apodos estúpido?. Él no dice nada, pero sé que adora que lo moleste y que haga que le den ganas de darse un tiro, su vida sería aburrida sin mi.

-Sigo diciendo que eres una maldita niña inmadura -dice.

Me río por la nariz, esperando al menos contagiarle una sonrisa. Es Daryl Dixon no puedo esperar menos de él, si pensaba escuchar un: "también lo lamento", me equivoque.

-Me lo merezco -acepto.

-Desde que te conozco esta es la primera vez que te escucho decir algo lo demasiado maduro para las estupideces que dices.

-¡Estoy llena de sorpresas! Soy como la cajita feliz del McDonald's, nunca sabes con que puedo salir -no puede verme, aun así muevo mis cejas de una forma graciosa.

-Y volviste a ser tú -dice suspirando.

-Te encanta que sea así, admitelo.

Las yemas de mis dedos acarician sus antebrazos con movimientos rectos y suaves. Cada ciertos segundos se le eriza la piel, y ya saben lo que dicen: la piel es de quien la eriza. Es de mi propiedad ahora. Mío, mío, mi precioso... Es todo mío.

Killer QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora