-¿Soy al único que no le dan buena espina estas personas? -inquirer Daryl.
Como cada noche, volví a despertar a causa de las pesadillas. Son como las cuatro de la madrugada o al menos eso es lo que indica el reloj en la pared. Es el turno de la guardia de Dixon, y bueno, estoy acompañandolo.
-Esta bien ponerse un poco paranoico a veces -respondo, quitando la mirada de la puerta; llevo más de veinte minutos mirándola como si alguien fuese a entrar por ahí-. Ellos no te dan buena espina; y tú no se las das a ellos. Así pasó con nosotros, ¿va lo olvidaste?
-Fue diferente -susurra.
-Claro que no -contradigo-, todo era exactamente igual. Fuimos unas completas desconocidas, que tuvieron algunos encuentros casuales con un grupo; luego ese grupo nos invitó a unirnos a ellos, ahora estamos aquí teniendo está conversación. Pasamos de ser unos completos extraños a una extraña familia.
Permanece callado por un instante. Sólo puedo distinguir su silueta, vigilados desde la cocina para no despertar a alguien con nuestra charla. Bebemos unos vasos de agua y sé que Daryl muere por que sea aguardiente como la que bebimos aquél día. Meneo mis pies en el aire ya que estoy sentada sobre la isla de la cocina, él está apoyado en la encimera mirando por la ventana detrás de mi. Deanna nos dijo anoche que podíamos ir a explorar en la mañana, nos tomaremos el día y después podremos ir a empezar con los trabajos.
Tengo todo este día para ir a catalogar a las personas de aquí. Quiero ver si de verdad son lo que aparentan o son un fracaso absoluto. Me percató de que Daryl me mira fijamente, ¿cuánto tiempo lleva mirándome? Le sonrío poco, para evitar el nerviosismo que esto me causa bebo un poco de agua.
-Supongo que Carl y Judith merecen un lugar así -habla después de un largo rato.
-Por supuesto. Glenn y Maggie igual, ¿que tal que se les ocurra escribirle a la cigüeña? Tiene que criarlo en un lugar como éste, enseñarle a defenderse de lo que está allá afuera -digo.
Bebo lo que resta de agua, bajo de la isla y me encaminó por mi vieja chaqueta para ir un rato a caminar.
-¿A dónde vas? -sujeta mi brazo impidiendo que crucé la puerta. No lo dice con brusquedad, demandante o enojado; simplemente lo pregunta y distingo una pizca de preocupación.
-Iré a caminar un rato -le informo-, volveré antes de que te des cuenta de que me fui.
-¿Llevas algún arma?
Extraigo el cuchillo de la parte trasera de mi pantalón. Asiente satisfecho. Retrocede unos centímetros para darme espacio. Luego de mucho tiempo podré ir a practicar mi parkour; correré y saltare como una cabra loca, o así es como papá solía referirse al único ejercicio que he hecho en mi vida.
Al menos hasta que el sol salga un poco para que me ilumine las calles y no me rompa la boca, me dedicaré a caminar. Volteo hacia la que se tiene que convertir mi nuevo hogar desde hoy, ahí esta él parado en el umbral mirando en mi dirección.
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Killer Queen
FanfictionYa no se puede confiar en nadie. Nadie confía en ti. Las personas hacen lo inimaginable para sobrevivir al apocalipsis. Adiós a la democracia, todos están por su cuenta. Dos chicas han sobrevivido solas, hasta que cierto grupo las encuentra o mejor...