Capitulo 67

1K 107 89
                                    

*Narradora Omnisciente*

Betty presentaba una claustrofobia leve, los espacios cerrados no le aterraban tanto como las serpientes; sin embargo aquel pequeño cuarto en el que se encontraba se hallaba en completa oscuridad. Al principio sentía que se asfixiaba e imaginaba las paredes comprimiéndose. Se concentraba en la poca luz que se veía por debajo de la puerta, hizo ejercicios de respiración y luego de unos minutos logró calmarse.

Recorrió el lugar colocando las manos sobre la pared a su derecha con la intención de saber que tan apiló era el sitio. Por lo poco espacioso y pequeño concluyó que antes pudo haber sido bien un cuarto de escobas o un pequeño almacén; pues tres personas ahí dentro serían demasiadas, apenas dos cabrían bien.

Camino de extremo a extremo como leona enjaulada. Le frustraba estar ahí. El lugar olía mal, estaba oscuro, lo peor fue cuando una canción empezó a sonar a todo volumen.

—¡Al menos pongan una de Britney Spears! —gritó pareando la puerta.

La canción se repitió una tras otra y otra vez, fueron tantas las veces que Betty la escucho que se la sabía de memoria. En su aburrimiento hasta se inventó una coreografía digna de una maestra de kínder.

Pensó en Daryl estando en su misma situación, él herido y hambriento encerrado en el mismo cuarto, con esa pegajosa canción sonando. Lo imagino con el mismo aspecto como lo había visto hace unas horas, herido, sucio y vistiendo harapos, sus ojos delataban lo mal que dormía. Sólo de imaginarlo así sufriendo sintió ganas de abrazarlo; de haber podido hacerlo ella habría venido hasta acá para abrazarlo y hacerlo sentir a salvo.

Luego de unas dos horas, que para ella fueron días, logró cansarse. Se sentó a un lado de la puerta abrazando sus piernas. Si días atrás no hubiera llorado tanto tal vez le quedaría lagrimas para derramar en ése momento. Como en el cuento de la cenicienta deseo que su Hada Madrina apareciera, le suplicaría de rodillas que la regresase con su familia a Alexandria; bien puede desear la cura para acabar con el virus de muertos vivientes, pero esta vez se permitiría ser un poco egoísta y pensar sólo en ella, quería estar con Daryl otra vez. Al igual quería regresar a la comunidad que ahora se había quedado sin doctor, ¿quién estaría ahí para curar a Marcus cuando le pasará uno de sus tantos accidentes? ¿quién proporcionaría las medicinas para aliviar los dolores de los habitantes de la comunidad? Por otra razón que deseaba volver era para saber el estado de Maggie y su bebé, temía que la pareja Rhee haya perdido al pequeño.

Quedó tan absorta en sus pensamientos que ni siquiera noto que la irritante letra de Easy Street dejo de escucharse. El plan de Negan era privarla de pasar una buena noche de sueño, el lugar era frío, pero gracias a una divinidad el líder de los Salvadores no solicitó que se le despojara de su chaqueta. Betty se encontraba calentando apenas, podría aguantar otras tres horas sin dormir con suerte otras cinco. Extrajo el cuchillo de su bota, picaba el suelo como si de un bloque de hielo se tratara, esperaba poder romperlo y al igual que un tipo salir por debajo de la tierra.

—Tengo que hacer algo —se dijo a sí misma, lanzó un largo suspiro.

¿En verdad tendría las agallas para matar a toda esa gente inocente? ¿Con tal de ver a Negan destruido sería capaz de cargar con las muertes de Terrence y Anne? Nunca había pensado en las personas a la que había matado porqué todos ellos lo merecían, jamás a matado niños y tampoco pensaba hacerlo, los niños eran su límite. El rostro de cada persona a la que le arrebató la vida pasó frente a ella y sus muertes se reproducían como una película, no sentía remordimiento por ninguna.

Killer QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora