Capítulo 1032: ¿Alguien quiere hacerte daño?
—Hola, te llamo desde la comisaría de policía de Ye City, rama XX. ¿Estoy hablando con He Xiyan?
Cuando vio que era una llamada de la policía, rápidamente respondió —Hola, soy He Xiyan.
—Te llamo en relación con el informe policial que hiciste anteriormente. Hemos descubierto algunas pistas y nos gustaría que verificaras parte de la información que hemos descubierto. Por favor, intente pasar por la estación hoy.
—Seguro, iré por la tarde. Oh, sí, ¿ha logrado arrestar al culpable?—dijo He Xiyan mientras pensaba en el ladrón que la hirió la última vez y le dejó una cicatriz tan larga en el brazo.
—Aún no hemos realizado ningún arresto, pero hemos descubierto algunas pistas. Por favor, intente venir pronto; antes de las 3 de la tarde si es posible —agregó el oficial de policía antes de colgar.
He Xiyan fue al cajero para hacer el pago y envió a Yuan Yuan y Xi Xi de regreso al castillo antes de que ella condujera a la estación de policía.
Ye City era mucho más segura que antes y no se había encontrado con ningún ladrón o asaltante en muchos años. Por lo tanto, no podía creer que alguien hubiera intentado robarla a plena luz del día. El ladrón había ido demasiado lejos.
He Xiyan llegó a la comisaría a las 2:30 p.m. y la llevaron a una sala de interrogatorios. Se sentó frente al oficial de policía y pronto, un oficial de policía le entregó varias fotografías.
—Él, por favor verifique si el hombre que intentó robarle es el hombre de la fotografía —dijo el oficial de policía.
He Xiyan recogió la pila de fotografías. Sin embargo, solo echó un vistazo a la primera fotografía antes de decir con certeza: —Definitivamente es él. Conduce la misma motocicleta que el hombre que intentó robarme. También llevaba la misma ropa y casco que el hombre que intentó robarme ese día y su figura incluso se parece a la que tengo en la memoria.
El oficial de policía dijo —Estas fotografías fueron tomadas por dos cámaras de alta definición colocadas a lo largo de dos carreteras. El hombre pasó por el área por donde había estado caminando. Según su relato y el relato del testigo ocular, así como su ubicación y la marca de tiempo, dedujimos que él era el culpable.
La cara de He Xiyan se puso roja y ella se puso un poco agitada cuando dijo —Deberías enviar a tus hombres a arrestarlo. Si no lo arresta, seguirá intentando robar a otros —este era un crimen callejero que comúnmente se cometía en público. Sin embargo, ella estaba equivocada.
El oficial de policía negó con la cabeza y dijo —Investigamos la identidad de este hombre y descubrimos que es un hombre de 23 años de Sichuan llamado Liu Zilong. Había sido detenido por la policía por luchar en público y consumir drogas. Sin embargo, su historial ha estado limpio durante los últimos dos años y no tiene ningún registro de robo. Investigamos sus antecedentes y vimos que compró boletos y se fue a Australia el día de su fallido intento de robo. También notificamos al banco que revisara su cuenta bancaria y fue entonces cuando descubrimos que tenía 7 millones de dólares en su cuenta.
He Xiyan se congeló por la sorpresa y no pudo entender lo que la policía le había informado. ¿Cómo pueden un matón y un atracador tener 7 millones de dólares en su cuenta bancaria? Si alguien tenía 7 millones de dólares en su cuenta bancaria, ¿tenía que recurrir al robo? No tenía ningún sentido.
El oficial de policía vio la confusión en sus ojos y continuó —Por eso sospechamos que su motivo no fue robarte ese día, sino que tenía otro motivo para atacarte. Sospechamos que podría haber sido un intento de asesinato. ¿Podrías pensar en algún enemigo que pudieras tener o en alguien que quisiera hacerte daño?
He Xiyan se mordió los labios y frunció el ceño con fuerza. Sin embargo, no podía pensar en nadie a quien pudiera haber ofendido. Incluso pensó en el momento en que estaba haciendo negocios en Ming City y todavía no podía pensar en nadie a quien pudiera haber ofendido. Sin embargo, existía la posibilidad de que ella estuviera recibiendo el odio amargo de otra persona hacia ella.
