Atrapado Contigo (Mafia Marshall II)

Capítulo 28

Renn

Toco la puerta de su departamento con insistencia.  

Luego de unos minutos, está se abre. Él me mira con sus ojos entrecerrados, mientras se refrega uno con la yema de sus dedos. 

Al percatarse que soy yo, pone los ojos en blanco y suspira con fastidio.

- Traje bagels y café. - digo levantando la bolsa y los dos vasos descartables con café. - Bien fuerte como te gusta. 

- Anda, pasa. - abre más la puerta. 

Entro. La casa de encuentra bastante desordenada, hay latos sin lavar, ropa por todos lados, recipientes de comida de delivery.  

- ¿Y Jude? 

Rocco toma un vaso de café y la bolsa con los bagels. 

- En el trabajo, tiene que cubrir varios turnos por los días que se pidió. - me responde dirigiéndose hacía el sofá de la sala. 

- Me lo supuse... - digo en voz baja. 

Todo es caos en la vida de Rocco cuando Jude no está cerca. 

- ¿Qué trae por aquí un domingo a las 9 de la mañana? - me pregunta sentándose. - Como bien te dije cuando nos despedimos en el aeropuerto, necesito 24 horas, mínimo, sin ti para recuperar mi energía vital. Apenas han pasado... 12. 

- Es lo máximo que puedo estar separado de ti. 

- ¿Te mencione mi prematura próxima jubilación? 

- Por eso vengo. 

- No me interesa un aumento, ya tú padre lo intento. Por poco no me ofrece regalarme una isla en Grecia. 

- No, no, no es eso. - digo. - Es solo que... llegue a una conclusión. Y eres la única persona con la que puedo compartir mis pensamientos. 

- ¿Vas a empezar con "Querido diario, hoy Evan me dijo que me vaya al carajo. Casi lloro"

- Muy divertido, pero ya que lo mencionas a él, va por ese lado. 

- No me gusta el suspenso, hazla corta. Quiero seguir durmiendo. 

- Voy a tomarlo enserio. A todo. En el viaje hice un avance significativo con Carolina y eso, de alguna manera, me abrió los ojos. Quiero esto. Quiero el clan. Y no puedo hacerlo solo. La necesito a ella y ti. 

Se queda observándome con sus ojos achinados pensativo y su boca entre abierta. 

- ¿En verdad estás aquí o es que todavía sigo soñando? - pregunta. - Nunca había tenido un sueño tan vivido. 

- ¡Qué hablo enserio! - me quejo con fastidio. 

- Está bien, no te enojes. Continua. 

- Mi tumor es el equipo. Desconfiamos, no nos soportamos, no nos conocemos, no nos queremos cerca. No me respetan, ni les agrado. 

- No tienes que agradarles, tan solo tiene que respetarte. 

- No. - digo firme. - Quiero hacerlo como mi padre lo hizo. Rodearme de esa clase de personas, sino no va a funcionar. No lo haré de otra manera. 

- ¿Y que tienes en mente? ¿Hacer una reunión y poner Barney? Estoy seguro de que a Evan no se lo ponían, en cambio miraba "Caza y captura". 

- En realidad no tengo un plan, por eso estoy aquí un domingo a las 9 de la mañana. - me mira con fastidio. - ¡Tú eres el cerebro! Y el adulto, si vamos al caso. Eres la persona más agradable y simpática que conozco. Todos te aman y adoran, y aún así nadie jamás quiere verte molesto, porque eso es la peor pesadilla imaginada. O al menos ese es el rumor que oí. Eres el unico que puede hacernos funcionar. Tienes los dos lados. Algo así como el policía bueno y el policía malo.