Capítulo 111

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33 años antes...

Galadriel

Lo puedo dejar de observarlo con una leve sonrisa. Es tan pequeñito. Tiene sus ojos cerrados y está dormido... Tan tranquilo... tan ajeno a todo. No puedo recordar siquiera la ultima vez que yo estuve así. Sin que nada me afecte, sin que nada me preocupe, sin estrés o ansiedad. Lo que si puedo recordar es que nunca estuve tan jodida como ahora, ni siquiera cuando murieron mis padres y que todo mi mundo se quemo era un desastre andante como ahora. Por fuera aparento estar bien, finjo que soy una mujer fuerte, que lo tengo superado, pero por dentro... por dentro sigo temblando, sigo sintiendo ese malestar en mi interior y que no importa lo que haga no se va. Él no se va. 

Kian me obliga a ir a terapia. Al principio me parecía una tontería, que no tendría nada de decirle, pero las cosas simplemente empezaron a salir, primero era apenas un chorrito y luego una cascada. Me hizo darme cuenta que mi mente está en una especie de limbo, una habitación blanca en el que solo hay eso, cuatro paredes. Allí están mis pensamientos, no puedo ver al futuro, ni siquiera la pasado. Estoy atrapada. 

Han pasado los meses desde que accedí a venir a ver a una psicóloga, también desde que accedí a casarme con Kian. Todo a cambio, claro, de que me deje formar parte del asilo. Aún así, no me deja ir todavía, al menos no hasta que esté lista, según él. Se que lo hace a propósito. Es algo así como si estuviera corriendo una carrera y tengo que cruzar la línea de meta. Eso es el asilo, la meta. Podría decirse que es la unica que tengo. Y no se para que, si ni siquiera sabría que demonios hacer. Va, como si supiera que hacer con respecto a algo de mi vida. No puedo evitar pensar en que desearía estar en uno de esos centros en lo que te dopan hasta la coronilla, que no sabes si cuál es tú nombre, pero no te importa porque así estás mejor, no te das cuenta que todo el caos que te rodea. 

Si, lo sé, mis pensamientos con un asco. Yo soy un asco. Por eso intento no estar muy cerca de Jude, no quiero contagiarlo de mi negatividad o que me vea así. Ya no soy esa Galadriel de la que el se encariño tanto. De todas formas lo observo a lo lejos y me satisfacción verlo feliz. Hace más de un año que lo conozco y jamás lo había visto tan contento... la casa nueva, Kian en verdad ha cambiado su actitud con él y también su nuevo amigo, Rocco. Que de alguna forma disminuye el vacío por la ausencia de Aiden. Jude dejo de estar solo y Rocco también. Es bueno que se tengan el uno al otro. 

- Galadriel - la voz de Marlon me trae a la realidad. Las dos estamos sentadas en el sofá de su departamento. - Te has ido por un rato, ¿en que piensas? 

- Nada. - miento. 

Me mira con una ceja levantada, pero enseguida relaja su rostro y me observa de forma comprensible. - ¿Cómo vas con esa psicóloga? 

La mira extrañada. - ¿En serio empezaremos a tener charlas de esas? ¿De las casuales que hablan dos amigas cuando se juntan a tomar un café? 

Se enoje de hombros. - Mason me ha ablandado. Además, ¿con quién más lo hablaras? Hayes te consolaría tocándote el hombro con un palo, a dos metros tuyo. Con Eric su cerebro haría cortocircuito. Y Hardy ya está monopolizado por Kian. 

Suspiro. Tiene razón. Necesito hablar con alguien que no sea un profesional certificado y que no le paguen por oír mis tonterías. Y si hay alguien que podría entenderme esa es Marlon. 

- Bien, supongo, no lo sé... 

- Pero ¿notas algún cambio? - pregunta. - Porque no importa como te veamos nosotros, es como te sientes. No se que enredos tienes en esa cabeza tuya. 

- Mi cabeza está como si fuera una ciudad luego de que haya pasado un tsunami, todo está destrozado y ahogado. ¿Eso te ayuda a la imaginación de como me siento? - me mira con preocupación y eso me molesta, porque nunca me ha mirado así. - No me mires así. - le pido con fastidio. - Ya me miras como Kian. Con honestidad, prefiero que me mire como lo hacía cuando apenas llegue a sus vidas. ¿Te das una idea lo jodido que es eso? ¡Yo estoy jodida! - el bebé se queja levemente, pero enseguida sigue dormido pacíficamente. Suspiro. - Lo siento, Mason. - miro a Marlon. - Lo siento... 

Atrapado Contigo (Mafia Marshall II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora