Capítulo 99

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Renn

Lo primero que hicimos fue tomar un tren. Una vez que llegamos a destino, un auto nos aguardaba allí. Nos subimos a este y seguimos con el trayecto, hasta llegar al que es nuestro destino final. Atravesamos la ciudad y seguimos el recorrido por las afueras, hasta llegar a una zona rural  que se encuentra deshabitada. 

- Ya estamos aquí. - nos informa el conductor, cuando detiene el auto frente a la unica casa que se divisa a kilómetros.  

Nos bajamos del auto y no tardo en cruzarme con sus ojos verdes. Ambos sonreímos. Nos acercamos y nos unimos en un abrazo. Estuve nervioso todo el trayecto y ahora que ya estamos aquí, en un lugar a salvo, me siento más tranquilo.

- Es bueno verte... caramelito. 

- Lo mismo digo, sanguancho. 

La miro. - No creí que sería grato oírte llamarme así de nuevo. 

Ríe. - Puedes admitir que me has extrañado. Yo también lo he hecho. 

Meneo la cabeza

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Meneo la cabeza. - Mmm... 

Mira a lo que tengo detrás. - Chicos... - susurra con una sonrisa. Me doy la vuelta y veo que los tres la observan serios. - Siguen molestos conmigo...

- ¿Qué? Si he sido yo el abandonado en el altar. - digo. 

- Nos abandono a todos, siendo honestos... - agrega Clover. 

- Lo sé... y estuvo mal. - sigue Carol. - Pero no me arrepiento. No me alegra las circunstancias, pero me pone contenta verlos. En serio. 

Clover se acerca y la abraza. Carol sigue su abrazo. 

- Gracias por esto, Carol. - digo cuando ambas se separan. - No sabíamos a quién más recurrir. 

- Puede que no nos hayamos casado, pero sigo sintiendo que somos un mismo clan. 

- ¿Hace cuanto que te haces cargo del de tú padre? - pregunta Evan. 

- Desde que enfermo, hace un poco más de dos años. 

- ¿Y como está él? - pregunta Mason. 

- Ahora mejor, va de a poco. Tú vida cambia luego de un infarto. Desde entonces se está tomando todo con más calma. Así que yo quede al frente de nuestro clan. 

- ¿Y tú como lo llevas? - le pregunto. - Se que querías alejarte de esta vida. 

- Al principio costo, pero... tengo un buen compañero. - nos quedamos mirando con una leve sonrisa. - Vengan, entremos. Así pueden descansar. - comienza a caminar y nosotros la seguimos. - Cuando era adolescente solíamos venir acá con mi padre a entrenar durante el verano. Es muy tranquilo, no anda nadie por aquí, ya que no es una ruta conocida. Hay tres habitaciones, un baño, una amplía cocina con el comedor. Y todo lo que es para entrenar hasta en el... la parte subterránea. Es como un bunker. Eh... Manny pensó que puede que... ustedes... quieran que llevemos las cosas a otro lado. Podemos instalarlas afuera, al aire libre. 

Atrapado Contigo (Mafia Marshall II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora