Atrapado Contigo (Mafia Marshall II)

Capítulo 61

Renn

- Sigo sin entender porque has dicho que si. - le digo a Carol. 

- ¿Y por qué no? Sonaba divertido. 

- ¿Te digo que sonaba más divertido? Quedarnos en el departamento y tener sexo todo el fin de semana. 

- No seas tan aburrido. - dice parándose delante mío y poniendo sus brazos por encima de mis hombros. 

- Los vemos todos los malditos días, ahora también incluso los fines de semana. - digo. - Encima vienes tú a ponerte ese vestido rojo que sabes que me vuelve loco. Ahora solo quiero arrancártelo y no dejarte salir de la habitación. 

Ríe. - Suena demasiado tentador, pero ya vamos bastante retrasados. - se sienta en el borde de la cama y se pone los tacones. 

- Si, culpa de ese wedding planner que contrataron nuestras madres. Ni sabía que existían tanta variedad de flores.   

- Si quieres que busquemos a otra, no me opongo. Me tiene un poco irritada con eso de que me trata como si fuera un personaje de Gossip Girl. 

- No te burles del sueño neoyorquino. 

- Querrás decir del estereotipo neoyorquino. 

Río. - Lo bueno que la boda es dentro de poco, así que no tendremos que aguantarla por mucho tiempo. 

- 2 meses... - dice pensativa, pero no bastante entusiasta. 

Me paro delante de ella y ambos cruzamos miradas. Tomo su mano y la acaricio, mientras observo el anillo de compromiso que le regale, el cual está en su dedo. 

- ¿Estás segura con todo esto? - le pregunto. - Se que debe ser muy difícil para ti y no quiero que te sientas presionada por tus padres. Yo te esperaré el tiempo que haga falta. 

- Sabes, hablamos mucho de mi, pero no tanto de ti. - me dice. - ¿Cómo te sientes respecto a todo esto? 

- Creí haber sido bastante claro todo este tiempo. 

- Ya lo sé, pero es que... ¿nunca te surgen dudas? 

- ¿Qué? ¿Tú las tienes? - pregunto con cierto temor. 

- Te estoy preguntando a ti. - dice molesta. 

Suspiro. - No Carol, no tengo dudas. No cuando se trata de ti. Eres de lo unico que he estado tan seguro en mi vida. Ya se que es un gran paso, pero es un riesgo que estoy dispuesto a tomar si es que tú estás conmigo. - nos observamos en silencio. - ¿Vas a estarlo? 

- Si. 

Sonrío y la beso. - Ese es mi caramelito. 

Ríe. - Sanguancho. 

Me pongo en cuclillas para que nuestros rostros queden a la misma altura. La observo.

- Te amo, Carol. - digo. Y puedo sentir como mi corazón late acelerado. 

Me mira con sorpresa, pero luego se le forma una leve sonrisa. Pone sus manos en mi rostro y unimos nuestros labios en un prolongado beso. 

Al separarnos, nos volvemos a quedar frente a frente. 

- Vamos, se nos hará tarde. - dice, haciendo que se me forme una especie de nudo en el pecho. 

Fuerzo una sonrisa y asiento. Ambos nos paramos y terminamos de alistarnos. 

Con honestidad, creí que me lo devolvería. O al menos un te quiero. Pero, no fue así. 

Todavía una parte de ella teme abrirse a mi. Y no puedo culparla, ha sufrido mucho. Se que lo dirá cuando este lista, como bien dije, no pretendo presionarla. Seré paciente.