Atrapado Contigo (Mafia Marshall II)

Capítulo 52

Renn

Esas pequeñas vacaciones terminaron y tuvimos a regresar. Regresar a la ciudad, a la rutina, al entrenamiento. 

Creí que eso mataría que la pasión que se encendió en el viaje, pero seguimos con esa complicidad. Seguimos con las miradas, los roces, el jugueteo y el sexo. 

¡El bendito sexo! 

Falta poco para mi fiesta de cumpleaños, a la que mis padres me dieron luz verde para que gaste en lo que quiera y la haga donde quiera. Así que luego de que pase eso, con Carol quedamos en comenzar a planear la boda, lo que me tiene ansioso. Ya quiero que nos casemos. 

Si, ya se que al principio me resistía a todo esto, pero, ¿Qué puedo decir? Me enamoré de Carolina. Me enamoré de su frialdad, de su fuerza, de lo tosca que es, de ese caracter explosivo que tiene. 

Una parte de mi se siente muy feliz, porque de alguna forma es como si me hubiera elegido. Al confiar en mi y al darme la oportunidad de ambos conseguir todas esas cosas que queremos juntos. Ambos decidimos dejar el pasado atrás y empezar de cero una vida juntos. 

Abro los ojos al sentir que me sacuden. 

- Despierta. - me dice ella con una amplía sonrisa, encima mío. 

- ¿Qué hora es? - pregunto entredormido. 

- Creo que cerca de las 10. - me responde. 

- Carol, es sábado. - me quejo cerrando mis ojos. 

- Anda. - me vuelve a sacudir. - Que tenemos que hacer algo. 

- No creo que haya algo que amerite el levantarme temprano un día libre. 

Deja un beso en mis labios. - Cuando volvamos puedes hacerme lo que quieras. - me susurra. Abro los ojos. Me mira pícara. 

Suspiro. - Está bien... 

Carol sale de encima mío y me toma del brazo, comenzando a tironear de este para que me levante. Me paro antes de que me arranque el brazo. 

Una vez que termino de vestirme, los dos bajamos. Me sorprendo cuando en la entrada veo a los chicos. 

- ¿Qué hacen aquí? - pregunto extrañado. 

- Carol dice que necesitas ayuda para conducir. - me responde Clover. Miro a Carol con fastidio. 

- No quiero morir yo sola. - dice. - Además, es mejor si ves diferentes punto de vistas y de técnicas. 

- ¿Así que los cinco me enseñaran a conducir? 

- Si. - me responden a coro. 

- Carol dijo que nos pagaría. - agrega Evan. 

- Genial. - digo con fastidio. 

- No puedes seguir yendo a todos lados en uber o usándonos de choferes. - sigue Evan. 

- Oye, ¡Qué solo te pedí que me llevarás una vez! ¡Y encima íbamos al mismo lugar! 

- Ese no es punto, sino que tienes que aprender a conducir. - dice Carol. - Mason, ¿por qué no empiezas tú? 

- Bueno, al menos empezaremos de forma serena. - digo algo aliviado, ya que los demás me asustan. 

- ¡JA! - lanza una risa sarcástica Evan. - Mi madre le enseño a conducir. 

Carajo.

Y así pasamos todo el día del sábado. Yo me sentaba en el asiento del conductor, mientras los demás iban entrando de a uno y me enseñaban lo que sabían, de la forma que sabían. Carol tenía razón, fue más sencillo oír diferentes técnicas y... diferentes métodos de enseñanza.