Atrapado Contigo (Mafia Marshall II)

Capítulo 103

Renn

Estoy en caminando por un largo pasillo que parece no tener fin. A medida que voy avanzando y me acerco, se va haciendo más visible lo que tengo enfrente. Distingo una cabellera ondulada de color rubio oscuro, que cae sobre una espalda y que de está salen unas alas blancas. Lleva un vestido, también blanco. Cada vez se aleja un poco más. Empiezo a caminar con más velocidad, para intentar alcanzarla, pero cuanto más rápido quiero ir, más parece que me alejo. 

- ¡Natalie! - se escapa su nombre por mi garganta, con voz temblorosa. - ¡Natalie!  - alzo más la voz. - ¡Natalie! 

Sigo corriendo, pero no logro poder acortar la distancia que nos separa. Se va alejando más y más. Y sin importar cuanto grite, ella no logra oírme. Hasta que llega un punto en el que aparta tanto de mi, que ya no la distingo más. Y me invade una tristeza muy grande. Como si tuviera un hueco en mi alma. La perdí... La perdí... 

Abro mis ojos de golpe, para percatarme de que me están sacudiendo. Me cruzo con la mirada de Evan, quién está frente a mi, sentado a un costado, mirándome preocupado, mientras tiene sus manos en mis hombros. 

- ¿Qué? ¿Qué? - exclamo algo asustado, sentándome. Sigo algo desorientado. 

La luz del velador de encuentra encendida, así que al ver a mi alrededor reconozco la habitación y me viene el recuerdo de donde estoy. 

- ¿Te encuentras bien? - me pregunta. - No dejabas de gritar desesperado el nombre de Natalie.  

Inhaló y exhaló para intentar calmarme y que mi corazón deje de latir tan aceleradamente. Estoy acalorado y tengo la remera pegada a mi espalda por el sudor. 

- Si, si. - veo que Clover está apoyada en el marco de la puerta de mi habitación, también observándome con preocupación. - Lamento haberlos despertado. 

Ella sonríe apenas. - No te preocupes, somos de sueño ligero. 

- ¿Quieres hablar sobre eso? - me pregunta Evan. - A veces ayuda. 

- Solo fue una pesadilla... - digo. Siento alivio al decirlo, porque me percato de que no fue real. Llevo mis manos a mi rostro y las refriego por este. Ese vacío que se me hizo en mi estomago al verla alejarse, aún lo siento. - Era como... ver como todo lo que tengo se me escapa de las manos y que por más que lo intenté no logro... alcanzarlo. - lo miro. - ¿Creen que estemos haciendo lo correcto? 

- ¿A que te refieres? - pregunta Clover sin entender. 

- A que tal vez, podríamos.... 

- ¿Hacer como Carol y Manuel, y huir? - termina Evan. 

- Si. - afirmo. - Irnos a un lugar bien lejos, dónde nadie nos conozca y empezar una vida de cero. Sin todo esto. 

- ¿Realmente crees que eso va a solucionar todos nuestros problemas? - pregunta Evan serio. - Si, puede que se solucionen, pero por unos meses, temporalmente. Sería como poner un parche en un hueco de la pared. No necesitamos un parche, necesitamos cemento... aniquilarlos a todos, dicho en otras palabras. 

- ¿Aún no lo entiendes, Renn? - dice Clover, haciendo que pose mi mirada en ella. - Quien quiera que sea, no le interesa lo que tienes en si. Tan solo busca quitarte todo y hacerte sufrir, porque la cosa es contigo. Te quiere a ti. 

- Exacto. - sigue Evan. - Y no va a parar hasta encontrarte. 

- Tenemos que resistir y seguir luchando. Enfrentarlo. - agrega Clover. - Es lo que hacemos. Es lo unico que sabemos hacer. Y yo me siento orgullosa de eso. 

Asiento. - Si... 

- Ahora a dormir. - Evan se para y se encamina hacía la puerta. - Porque mañana querré matarte si no duermo mis horas necesarias. - sale de la habitación.