Como ahora no tengo mucho que comentar, sólo me queda desearles el disfrute de la lectura y mandarles saludos e inspiración. Cualquier duda o comentario, no duden en hacerlo.
Nessy :D
Itsmani era el más entusiasta de todos los pequeños y el que con más cariño y respeto se aproximaba a nosotros. Cuando nos veía practicar, se colocaba en nuestras mismas posiciones y extendía sus manitas como si así pudiera controlar ya fuera Fuego o Agua. Una vez le pregunté qué le gustaría controlar y él, sin dudarlo, me contestó:
—Agua, señora.
Asentí lentamente con la cabeza.
—¿Y por qué no Fuego?
—Porque el Fuego quema, señora.
Aydan se acercó, escuchando nuestra conversación y en su mano nació una pequeña Flama, que acercó a nosotros con cautela.
— El Fuego no es tan malo, Itsmani —dijo Aydan sonriendo con una cierta perversidad en sus ojos. Estos refulgieron bajo las Llamas repiqueteantes.
Itsmani retrocedió asustado y se escondió tras mi brazo.
—Aydan tiene razón, Itsmani —le susurré al pequeño tembloroso—, mira... ¿Ves cómo su mano no se quema?
Sus ojitos se asomaron por detrás de mi mano en señal de reconocimiento. Eran castaños y se notaba la precisa atención que prestaban a la mano de Aydan, que finalmente había optado por suavizar su sonrisa... o bueno... más o menos.
Una pequeña mano salió por detrás de mi brazo y se acercó con cautela al Fuego.
Mi corazón se aceleró, ¡así sí se iba a quemar! Hice ademán de detenerlo con mi mano aún negra, pero Aydan me paró abruptamente negando con la cabeza.
—Lo tengo bajo control —murmuró cuando Itsmani tocó las Flamas.
Observé maravillada cómo el Fuego no lo afectaba en lo absoluto; era una conexión tan bella, que, ¡maldita sea! Me dieron ganas de llorar...
Los ojos de los dos refulgieron bajo una luz esperanzadora al tiempo que sus manos parecían fundirse en una. A ninguno de los dos parecía incomodarles el calor.
Itsmani rió y comprendí que su respuesta a mi pregunta posiblemente había cambiado. El Fuego acariciador no quiso soltar su manita.
Entonces Aydan alejó las suyas y las atrajo hacia su regazo, consumando el Fuego y escondiéndolas bajo su gabardina negra.
El silencio a continuación fue... vaya... no había palabras para describirlo. Ese Fuego había representado tanto. Secretamente se había convertido en una nueva puerta para Itsmani. Era como gritarle: "Hay opciones, sal de la oscuridad. Vive"... era sacarlo de esa realidad tan fatal de la que se veía rodeado. Me pregunté si tal vez él lo había notado o sería otra de esas cosas que uno sólo entiende cuando está grande.
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Ojos de Agua y manos de Fuego
FantasyPrimero que nada y creo que probablemente ya lo sepas: el Agua NO habla. Y no lo sé por ser como tú ni como los otros, lo sé, porque yo soy Agua. El silencio es la peor de mis eternas maldiciones, así que ahora que mi madre Mar me ha dado la oportu...