En principio quisiera decir algo: solo he amado profundamente a cuatro mujeres en toda mi vida, mi madre, mis hermanas y Helena. Empiezo con estas líneas porque he guardado este sentimiento desde hace mucho tiempo y deseaba sacarlo.
Helena, que ha notado en varias ocasiones que hay muchas cosas que me aquejan, me pidió que escribiera mi historia. Al menos mi historia con los elementos. A veces siento que ella tiene una obsesión con hablar y con la permanencia, lo cual es entendible, pues su existencia antes de la humana se basaba en el silencio y la inmensidad.
Para entrar a la lectura, quiero aclarar que en mi vida existe un antes y un después de los elementos. Antes de los elementos hay muchos episodios de dolor y confusión, después de ellos hay episodios de culpa y entendimiento. Me ha costado varios años aceptar que mis padres fallecieron, lo mismo que mi hermana menor. Conocer a estos seres extraños entendidos en el balance de la Naturaleza me ha hecho cuestionarme incluso mi propia existencia, pero también me ha hecho apreciar la belleza de la vida.
Pase lo que pase, como sea que concluya esta historia, les estaré eternamente agradecido.
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Ojos de Agua y manos de Fuego
FantasyPrimero que nada y creo que probablemente ya lo sepas: el Agua NO habla. Y no lo sé por ser como tú ni como los otros, lo sé, porque yo soy Agua. El silencio es la peor de mis eternas maldiciones, así que ahora que mi madre Mar me ha dado la oportu...