LIV - Buenas noches

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Unos segundos después de haber dicho aquello, Saeran se levantó precipitadamente de la cama

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Unos segundos después de haber dicho aquello, Saeran se levantó precipitadamente de la cama. Sus orejas se ponían rojas mientras caminaba en dirección a la pared.

«¿Qué dices? Idiota!» se mordió el labio inferior. Erin no decía nada. Ni una sola palabra. «Ya la has jodido, genio» se dijo, desesperado. «Piensa, piensa en algo» pero su mente estaba estaba blanco, temiendo que debía darse la vuelta en breves.

Pero lo cierto es que Erin no guardaba silencio porque Saeran hubiera dicho algo raro, sino porque intentaba contener su felicidad.

Lo cierto era que Saeran siempre había sido su guardián. Desde el principio. Y ella estaba asustada por la posibilidad de que, igual que los problemas, dejara de acompañarla.

—¡A-A mi me parece bien, Saeran! —Él se volvió sorprendido—. ¡Me refiero a... bueno, la cama es muy grande! Me iba a sobrar de todas formas, así que no me importa.

—¿Estás segura?

—¡Es que te lo acabo de decir, Saeran!

Se dejó caer sobre el colchón en una majestuosa estrategia para evitarle la mirada sin levantar sospechas. «Que no me vea, por favor. Porque si me ve...»

Estaría perdida. Expuesta.

El silencio se apoderó del ambiente. Saeran caminó por la habitación del hostal reuniendo todo el valor que le cabía dentro para tumbarse en la cama con Erin.

Inspiró hondo. Apagó las luces. Caminó a ciegas hasta el borde de la cama y delicadamente se tumbó al borde de la misma. El cuerpo se le había quedado rígido como el cemento, si bien Erin no estaba mejor.

No obstante, ambos estaban alegres. Ambos tenían la misma sensación molesta en el estómago.

Así que de pronto, rompiendo con el silencio infernal de aquella noche, una voz dulce le deseó felices sueños. Algo que sin duda siempre había soñado, y no había tenido.

Hasta ese momento.

—Buenas noches, Saeran.

—Buenas noches, Erin.

—Buenas noches, Erin

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El amor a través de ti - Mystic MessengerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora