Erin se interpuso entre los dos hermanos, fugaz, como las estrellas o la ira que se prendía en el interior del pecho de Saeran. Hasta el pelirrojo se había dado cuenta, nada iba bien en aquel rincón floral. Pensó que su pequeño hermano exageraba, y se moría de ganas de verle en su reciente —y más duradero— trabajo. Pero se equivocó, porque Saeran apretaba los dientes colmado de furia.
Porque el que avisaba no era traidor.
—Creo que deberías irte. —dijo ella con firmeza—. Tengo que bajar el toldo, te acompaño a la puerta.
Los ojos azules de Saeran no se separaron de la figura de su hermano hasta que no salió de la tienda. Erin bajó el toldo como prometió, o de lo contrario el sol calentaría demasiado los escaparates de la floristería.
Regresó al lado del chico, cuyo ataque de ira no disminuía. Aunque estaba prácticamente congelado en el tiempo ella era capaz de sentirlo, seguía ardiendo por dentro.
—¿Quieres romper algo? ¿Gritar? —El chico le lanzó una mirada gélida, automática y sin intencionalidad por su parte—. O quizá... ¿un abrazo?
Las manos del chico temblaban porque la tensión de sus músculos no desaparecía. ¿Gritar? ¿Romper algo? ¿Desatar toda su rabia? Cualquier cosa se quedaba corta. La esencia de Saeyoung estaba allí. Era lo único que no quería en el mundo. La floristería era su refugio, un bunker donde sus recuerdos no tenían cabida.
Y ella. Ella era la verdadera salvadora. Su sonrisa le hacía sentir más humano, sus bobadas le hacían creer que había encontrado un buen lugar, uno donde no se paraba a pensar en nada más que el bello color de las flores o el aroma de azahar.
Todo había acabado. Todo se había mezclado. Su oscuridad y su luz. La floristería se había corrompido como su corazón lo hizo hace años.
Como un shock eléctrico. Dejó de divagar entre sus pensamientos para volver a la realidad, donde sentía la calidez del cuerpo de Erin. Sus brazos rodeándole con amabilidad y dulzura, su dulce voz susurrándole que todo estaba bien, que lo malo había pasado.
Lo malo había pasado.
—¿Estás mejor?
Se separó un poco de él, a lo que el albino respondió atrayéndola de nuevo hacia su pecho.
—Quédate así un poco más. Solo... un poco más.
Necesitaba esto, lo tenia planeado desde hace muuucho pero me ha quedado mejor de lo que esperaba
Lo digo sinceramente, adoro como me ha quedado este microcapítulo. Poesía.
Ando suuuper desaparecida, lo sé. De verdad que intento pasarme por wattpad cuando puedo, pero es que estas semanas han sido una odisea de trabajos, tareas e investigaciones.
A ver si puedo actualizar la historia de Seven también, idk
Sea como sea, intentaré volver en ambas lo más pronto posible ♡ nos leemos!
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El amor a través de ti - Mystic Messenger
FanfictionSaeran adora las flores. Erin tiene una floristería. La nueva vida del chico comienza cuando su hermano decide buscarle un trabajo en un lugar que le guste, un lugar repleto de plantas y árboles en flor. •Mystic Messenger FanFiction• Unknown/Ray/S...