LVIII - Coscorrón

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A Saeyoung no debió dolerme tanto la sacudida de su hermano menor

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A Saeyoung no debió dolerme tanto la sacudida de su hermano menor. No aprendía. Tal vez era que su curiosidad era más fuerte que su miedo.

—Entonces, ¿qué tal la noche?

—¿Q-Qué tal la... la noche? —balbuceó ella al instante. —¡Bien!

Erin soltó una risa nerviosa. Saeran fulminó con la mirada a su hermano mayor, que no entendió del todo aquella situación.

—Si nos estrellamos va a ser por tu culpa.

—¿Por qué vamos a estrellarnos?

—Por esto.

Saeran formó un buen puño con la mano derecha, y como si se tratara de un martillo, atizó la cabeza de su hermano.

—¡Sí nos estrellados va a ser por tu culpa! —Gritó el pelirrojo. Enfatizó el "tu" de la frase.

Lo más raro de todo era que la florista no regañaba a Saeran. Un "no hagas eso, Saeran" o un "Tu hermano está conduciendo, deja de distraerle" hubiera sido lo más lógico escuchar de ella. Sin embargo, se mantuvo en silencio.

Se estaba escondiendo. Y lo que le gustaba al hacker buscar los secretos más escondidos de la gente.

—He ido unas cuantas veces a hoteles con Mel. Las camas eran tan grandes que cambíamos estirados. ¡Eso era lo mejor!

—Pues ahora que lo dices sí.

Saeran miró de reojo a Erin, que se puso roja como un tomate.

—Quiero decir que son grandes. ¡En mi cama sobraba la mitad! Y era muy calentita... Se dormía muy bien pegada a ella.

Las orejas de Saeran se pusieron rojas. Saeyoung miró por el espejo central, algo desconcertado por las raras palabras de la castaña.

—¿Pegada a la cama?

Erin trago saliva. «¡Tonta! ¡Más que tonta!» se dijo. Nunca pensaba antes de hablar, estaba claro. ¿Qué iba a decir ahora? ¿Qué podía inventarse?

—¡Claro! ¡El colchón sí! Parecía dar calor el solo... —Soltó otra risa nerviosa.

—Supongo. —interpuso Saeran—. En cambio mi cama era más pequeña y daba algo más de frío.

—Bueno, no todas las camas son iguales. —dijo Erin, con un tono de indignación.

—Está claro que no. Pero al menos desperté bien.

—Menos mal. ¡Espera! —Levantó la voz—. ¿Es que no has dormido bien?

—Erin no he dicho eso.

Saeyoung selló sus labios mientras ellos dos parecían entablar una batalla sobre sus dos habitaciones de hotel. Parecía haber algo extraño, pero no se atrevió a inmiscuirse en la batalla.

 Parecía haber algo extraño, pero no se atrevió a inmiscuirse en la batalla

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El amor a través de ti - Mystic MessengerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora