Lady Dimitrescu se ve de mal humor pues la tal madre Miranda le a propuesto celebrar la recuperación de Heisenberg en su castillo.
- Lady descuida solo será una pequeña parte del día, a mi tampoco me agrada la idea pero lo tolerare por ti.
- Hubiera preferido que muriera - se coloca las tres flores que siempre lleva en su vestido junto al collar de perlas.
- Esa era la intención supongo...
- Fue extraño que Heisenberg se enfermara tan repentinamente, ¿sabes? - se pone el labial rojo y la sombra de ojos - Mis hermanos y yo somos el resultado de los experimentos de madre Miranda realizados con un parásito llamado megamiseta.
- ¿Y que hace esa cosa?.
- Nos permite tener el control total de nuestro cuerpo y nos vuelve inmunes a cualquier tipo de enfermedad.
- Parece que ni eso lo salvó - me burlo.
- Para nada - ríe - Pero sea que sea que lo allá causado madre Miranda no dejara de buscar, pues significa que puede poner en peligro a cualquiera de sus otros experimentos, incluyendome - no mi lady yo jamás te haría daño.
- Pero que tal si ese "virus" llamemoslo así solo buscaba perjudicar a ese pulgoso.
- Es mejor pensarlo así - le entrego su enorme sombrero - Dime querida, ¿que tiene en común tu magia con la ciencia de Madre Miranda? - pregunta colocándose el sombrero.
- Más de lo que pueda imaginar al parecer, puesto que la magia es la madre de todas las ciencias.
- Interesante.
- Aún así hay cosas que separan a la magia de la ciencia, por ejemplo. La investigación científica fuerza a la naturaleza para averiguar y aplicar sus leyes, mientras que el mago actúa insertando su conciencia en la naturaleza, de manera que, sin forzarla, puede utilizar sus leyes y anticiparse a los fenómenos.
- Es por eso que lograste curar algo que ni la megamiseta pudo - comenta pensativa.
- Exactamente - sonrió arrogante.
- Tienes más poder del que pensaba pequeña - acaricia mi cabeza.
Rio tomando su mano y depositando un beso en ella - Todavía no llegan los invitados, ¿que tal si aprovechamos este tiempo?.
- ¿Que piensas hacer ahora querída? - fuma de su cigarro.
- Estaba pensando en probar este nuevo juguete pero me di cuenta de que es demasiado grande para mi - digo mostrándole un dildo con vibrador - Estonses me preguntaba si tú podías hacerme el favor de probarlo por mi - sonrió maliciosa.
- Tan sucia como siempre mi niña - ríe - Te haré el favor - se levanta el vestido dejando sus largas piernas descubuertas estás están adornadas con unas calcetas negras y un ligero.
Baja sus bragas dejando su entrepierna expuesta.
- Estás muy dispuesta a todo por mi Lady - digo pícara.
Colocó lubricante en él aparato y en la rosada vagina de mi hermosa Alcina, introdusco el juguete y lo enciendo.
- ¿Cómo se siente mi lady?.
- Tiene demasiada potencia - dice con la respiración accelerada.
- Entonces es un buen producto - digo sin quitar mi sonrisa pervertida.
Tocan la puerta interrumpiendonos - Señora Dimitrescu su familia la espera abajo - dice una criada desde afuera de la puerta.
Oh no llegaron antes de lo que esperábamos.
- Vamos querida no podemos hacerlos esperar más.
- Pero Lady ¿no piensas almenos apagar esa cosa?.
- Ya es tarde vámonos.
- Si tú lo dices - río.
Camino detrás de ella asta la puerta dándole una palmada en el culo al momento de agacharse que la hace gemir. Que sensible la está dejando ese consolador.
- Esa mano Meri.
- Lo siento Lady.
°°°
Nos reunimos con los demás en el comedor, Miranda estaba muy atenta con nosotras, sobre todo conmigo, menos mal pues mi Lady en este momento se encuentra algo fuera de la realidad y sería incómodo que Miranda lo notará.
Mi Lady acaricia sus muslos mientras sus piernas no dejan de temblar bajo la mesa.
No puedo negar que es tan divertido verla en esta situación. Acaricio su guante negro.
- Estás resistiendo muy bien Lady - susurro.
- Oigan ustedes, vaya a expresar su amor a otro lado - y cómo era de esperarse la peste de Heisenberg volvió para molestar.
- Cállate una vez en tu vida perro sarnoso.
- Ven y callame si es que tienes los suficientes ovarios pequeña mascota de Dimitrescu.
- Aquí la única mascota eres tú perro que no se cansa de ladrar ya pónganle bozal.
- Y ahora yo soy el perro si tú eres la que está amarrada a este castillo.
- ¡Pelea de perras! - grita la muñeca entusiasmada.
- Silencio todos - interviene Miranda - Heisenberg deberías estar agradecido con Meribeth pues ella fue quien te salvó la vida.
Sonrío victoriosa.
- Gracias por ponerlo en su lugar querida - Alcina me agradece.
- No hay de que mi Lady - acaricio su pierna.
- Aquí no Meri.
- Perdón es que me sorprende que lo estás llevando bastante bien, seguramente la silla está empapada - digo provocandole un sonrojo a mi Lady.
Volvemos a poner atención a madre Miranda.
- Estamos aquí reunidos para celebrar que uno de mis hijos sobrevivió a algo que ninguno de nosotros esperaba todo gracias a Meribeth con ella estaremos seguros por qué sabemos que podemos contar con ella si eso volviera a pasar - su mirada se dirige directamente a mi - ¿O no es así Meribeth? - su tono de voz parece acusador.
- Por supuesto Miranda - digo sin dejarme intimidar.
Todos brindamos con el vino de mi Lady.

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Ave Del Paraíso
FanfictionLady Dimitrescu Advertencia: Historia no apta para todo público, contiene escenas +18 Meribeth Borst es una hechizera prácticamente de distintas magias siendo la principal la magia oscura e ahí por qué el apodo de "bruja". Tras un insistente con las...