Volando dentro de la fábrica de e algunos extraños mutantes con partes de robot intentaron atacarme pero yo pude esquivarlos sin problemas, no tengo tiempo para matar chatarra yo iré por la chatarra más grande.
Sigo avanzando asta que tuve que detenerme en la parte donde estaba un enorme ventilador intentando succionarme, aleteo más fuerte para mantenerme lejos y lanzar mi ataque de magia oscura contra la máquina estropeando su mecanismo por dentro.Ya con el paso libre sigo avanzando llegando a un laboratorio donde hay más de los mutantes metálicos algunos están inconscientes en las camillas, otros colgados. Sigo avanzando topandome con el hombre ventilador. Creí que lo había destruido.
Lo ignoro y sigo volando, llegando a un lugar dónde está estacionado un tanque de guerra modificado. Vuelvo a mi forma humana y me acerco al veiculo viéndolo a más detalle.
Me alejo para tomar un ascensor que ahí estaba, subo con calma asta llegar a mi destino. El ascensor me lleva a otra habitación de metal enfrente de aprecia un portón con rejas que deja ver el exterior lluvioso. Las derribo con mi energía abriéndome paso recibiendo un ataque instantáneo de parte de un enorme robot gigante y deforme.
- ¡Eres una maldita cucaracha!, ¿¡cres que puedes conmigo!? - dice el robot con odio.
- No teníamos que llegar a esto Heisenberg, era tan fácil tomar tu libertad e irte por un camino diferente pero has decidido quedarte a seguir sufriendo atrapado en el pasado - esquivo sus ataques.
- Acabemos con esto - vuelve a intentar atacarme.
Para mí suerte no está intentando hacerlo con la daga.
Comienzo a acumular mi energía mágica alrededor de mi cuerpo mientras esquivo los ataques de la chatarra.
- Esto será rápido - digo antes de lanzar mi primer ataque.
El impacto de la energía fue tan fuerte que comenzó a soltar chispas y dar cortos circuitos.
- ¡Eres una mierda! - maldice - Eres la misma mierda que madre Miranda - me ataca con uno de sus brazos que tiene una cierra - la única diferencia es que tú eres la más puta de las dos.
- Busca mejores insultos, niño - vuelvo a acumular la energía.
El enorme trozo de chatarra comienza a lanzarme laminas de metal por todos los extremos dejándome sin salida, entonces tuve que desintegrarme volviendome humo negro.
- ¿Que pasa bruja?, ¡tiembla!, ¡tiembla ante mi clorioso acerco! - ríe
Una vez fuera de peligro tomo mi forma original y lanzó el segundo ataque de energía, dejándolo cada vez más dañado. Aún así no piensa detenerse.
- Estás a tiempo de pasar con esta pelea absurda - digo intentando hacerlo entrar en razón.
Vuelve a atacarme está vez logra darme con la cierra pero nada que no pueda regenerar.
- Guarda silencio arpía - vuelve a reír - Tendré que dale las gracias a la zorra de Miranda, la mataré con el poder que ella me dió, ¡eso es lo que se llama un buen hijo! - intenta atacarme otra vez - ¿Sabes cuántos años e estado bajo el yudo de esa zorra?, ¡los aldeanos son solo peones, ¡yo lucho por la libertad!.
- Pero mira lo que estás diciendo, tu deberías guardar silencio - lanzo mi último ataque.
- ¡No!, ¡no puedo acabar así!, ¡yo debo matarla! - dice echando humo antes de explotar en miles de trozos de chatarra.
Camino a los desechos de metal y de ahí tomo la daga de las flores y a Heisenberg cristalizado.
Que lastima que allá tenido que terminar así...
°°°
Entro al jardín de el castillo atravesando la barrera, un poco temerosa de cuál será la reacción de mi Lady.
Sus hijas estaban reunidas en el jardín, corren conmigo al verme llegar.
- Beth, madre está furiosa contigo - advierte Casandra.
- Almenos dinos que recuperaste la daga - dice Bela preocupada.
- Aquí está - digo mostrandola.
- Que alivio Beth, con eso madre estará más que contenta y quizá se guarde sus ganas de asesinarte - dice Daniela.
- Yo sé que no es capaz de hacerlo - sonrió enamorada.
Por mi parte no pienso guardar mi ganas de saludarla con unos besos. Pienso mientras entro al castillo.
Subo las escaleras siendo mirada por el retraso de las hijas Dimitrescu que esta en la entrada principal.
Voy camino a la bodega de vinos dónde se que ahí estará mi Lady y di en el blanco.
Aún no se a dado cuenta de mi presencia me acerco a pasos lentos desde atrás y palmeo una de sus nalgas.
- ¡Bruja truco! - grito divertida.
- ¡Meri! - se da la vuelta, se agacha - ¿Estás bien?, no tienes ningún rasguño, ¿cierto? - dice toqueteandome para revisarme.
- Ni uno solo.
- ¡No vuelvas a irte de esa forma! - dice intentando agarrarme de el cuello pero yo logro atrapar su mano para darle muchos besos.
- Tengo la daga Lady, ¿no cres que me merezco que me des más de tu amor? - digo pícara.
- ¿A si? - si sonríe de la misma forma - acercando lentamente sus labios pintados de rojo a los míos.
Nos damos un profundo beso de lengua.

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Ave Del Paraíso
FanfictionLady Dimitrescu Advertencia: Historia no apta para todo público, contiene escenas +18 Meribeth Borst es una hechizera prácticamente de distintas magias siendo la principal la magia oscura e ahí por qué el apodo de "bruja". Tras un insistente con las...