- Vamos Lady, sal de tu escondite - la busco por el patio donde la e perdido de visita - ¿Alcina?, ¿mi amor? - husmeo dentro de una puerta.
- ¿Me buscabas pequeña ave? - dice apareciendo detrás de mi dandome un susto, mi Lady carcajea.
- Estás muy juguetona Lady, ven para que te dé una cogida como venganza. Te haré gritar tanto que te quedarás sin voz por unos días - me acerco y le doy una nalgada tronada con el rebote de su trasero.
- Oh Meri, hazme tuya otra vez - se agacha a mi altura deseosa de mi toque.
Sin dercile más, le doy un beso, solo probando el sabor de su boca. No sé cómo es que terminamos completamente desnudas en el patio, besándonos con deseo pero mis labios ya tenían la urgencia de probar la suave piel pálida de su cuerpo.
La beso bajando por su cuello y subiendo de nuevo a su boca, acaricio su oreja mientras mi otra mano masajea sus pechos.
Mis dedos comienzan a acariciar la punta haciendo contacto con la dureza de su pezón. Bajo mis besos para atraparlo con mis labios, mi lengua dentro no deja de acariciarlo, está tan duro que continuó chupándolo, succionando con deseo.
Mi Lady mete sus sus dedos en mi vagina mojada, penetrandome mientras yo sigo sin soltar sus tetas, volviendo mis caricias más exigentes. Pero ella no se da porvencida e intensifica sus penetraciones está vez haciéndome perder la batalla. Besa mis clavículas pasando su lengua larga por mi cuello. Sonrie siniestra provocando espasmos por todo mi cuerpo, siento el orgasmo expandirse de mi vientre asta la parte baja que acaricia mi Lady, gimo despacio al terminar.
Sin perder el tiempo bajo mi mano, mis dedos se mueven con rapidez masajeando su entrada vaginal, la tiene tan mojada, eso me exita bastante. La miro a los ojos sin parar de acariciarla.
Mis caricias aumentan de intensidad, la escucho gemir de placer cerrando sus ojos. Volví a besarla acariciando su lengua con la mía.
La obligó a acostarse en el piso, sus piernas se abren dejando su exitada vagina delante de mi sin ningún obstáculo para que yo pueda darle todo lo que reservé los días que estuve inconsciente.
Me dispongo a acariciarla con lamidas lentas, con preocupación de complacerla en cada parte de su anatomía femenina lamiendo toda el área entre sus mojados labios vaginales, mi lengua no descansa en ningún momento, recorriendola sin parar trazando la forma de su vagina como si mi lengua fuera un pincel.
Me entretengo en su clítoris hasta sentirla apretar mi cabeza con sus músculos. Seguí acariciando en el clítoris con la punta de mi lengua, asta que no pudo aguantar más su exitacion viniendose en mi cara.- Si mami me encantan tus ricas aguas - digo saboreando su orgasmo. Me acomodo sentandome sobre mis talones, preparando mi mano, lubricandola con sus mismos fluidos, lista para penetrarla - ¿Quieres que continúe Lady? - digo antes de adentrarme en su vagina.
- Por favor continúa Meri - ruega apretando una de sus tetas.
- Te vez tan sexi desnuda Lady - digo mientras undo lentamente, introduciendo los primeros dedos en su interior.
- ¡Ahhhh! - grita de placer mientras meto mi puño entero de golpe, rasgando sus paredes. Me quedo quieta admirando su belleza - Por favor...- me suplica con la respiración entre cortada.
Solo eso faltó para que empiece a moverme, está vez no me detengo, saliendo y entrando de su sexo, me muevo con fuerza, acelerando el ritmo de mis penetraciones, las embestidas se tornan duras, firmes, entrando y saliendo profundo en su interior, me muevo sin piedad.
Mi deseo intenso por ella cada vez crece más al notar como su cuerpo se arquea y un gemido fuerte sale de su garganta, su cuerpo comienza a temblar, sintiendo como su placer aumenta asta explotar en un segundo orgasmo que la deja sin fuerzas.
Relaja su cuerpo, recuperando el aliento. Salgo de su interior y me coloco a su lado, ella me abraza juntando nuestras pieles sudadas.
Una vez recuperando las energías, nos acomodamos para otra ronda dónde juntamos nuestras vaginas aún no de el todo satisfechas.
Una vez entrelazando nuestras piernas correctamente nos dejamos llevar por las sensaciones que nos provocan tener nuestros pliegues pegados mezclando fluidos que no dejan de salir con cada movimiento de un lado a otro, siendo nuestros clítoris los mayores protagonistas al ser estimulados constantemente el uno con el otro. El roce de vulvas comienza a ser más rápido queriendo alcanzar el orgasmo por parte de las dos.
Abrimos nuestras piernas como nunca lo aviamos echo aprovechando toda nuestra flexibilidad, mi Lady es la que se viene primero arrastrandome con ella, gemimos al mismo tiempo convulcinandonos en este orgasmo tan satisfactorio.
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Ave Del Paraíso
Fiksi PenggemarLady Dimitrescu Advertencia: Historia no apta para todo público, contiene escenas +18 Meribeth Borst es una hechizera prácticamente de distintas magias siendo la principal la magia oscura e ahí por qué el apodo de "bruja". Tras un insistente con las...