Capitulo 48

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Estoy en la presa de la villa, el pez Moreau no a dejado de verme en todo el tiempo que hemos estado aquí.

Bien aquí vamos con el intento número 50 intentando invocar el alma de Donna, no pensé que fuera tan difícil, el alma de el pez deforme se a manifestado sin problemas y a vuelto a su cuerpo al posseer el cristal.

- ¿Por que me ayudaste? - me pregunta con su voz desagradable.

- Eras un sujeto de prueba mi verdadero objetivo es regresar a tu ex hemana Donna - digo leyendo una y otra vez el libro de invocaciones.

- Creo que gracias...¿dónde está madre Miranda ahora?.

- Ve en esta dirección - digo entregándole una hoja con el mapa a mi antiguo hogar trazado.

- No eres tan mala como pensé - sonríe.

- Por cierto, perdón por decirte que eres feo, lo eres pero no está bien burlarse de él físico.

- Todos me odian por qué soy feo - dice triste antes de sumergirse en el agua.

Pobre hombresillo horrible.

°°°

- Beth, por fin llegas sabes que a madre no le agrada que dures tanto tiempo afuera - dice Daniela.

- Si por mi fuera pasaría todo el día con ella - digo sonriente.

- Si, si ya sabemos que te clase de cosas hacen tu y madre - aparece Cassandra con sus moscas.

- Yo solo soy una víctima de la sensualidad de su madre - digo sin más.

Camino a la entrada de el castillo ignorando lo que me digan las dos hijas.

Encuentro a mi Lady caminando por los pasillos de mal humor mientras parece buscar el los rincones de el castillo sosteniendo un candelabro.

- ¿Lady?.

- Meri que reconfortante verte en este momento - cambia su expresión de inmediato a una más alegre.

- ¿Ocurre algo?...

- Una estúpida doncella escapo de el calabozo e hizo un desastre en la bodega - vuelve a ponerse de malas.

- Desastre, ¿acaso rompió algunas botellas de vino?.

- No solo botellas también los estantes - hace un puchero de molestia.

- Lady, yo me ofresco a encontrarla, una dama como tú no debe gastar sus valiosas energías en una rata escurridiza - digo intentando alegrarla de nuevo con mis halagos - Pero antes, necesito un besito de bienvenida - digo picara.

- Ven aquí chica mala - se acerca con sus característicos pasos seductores acompañados de el sonido de su taconeo.

Se agacha y yo ya estoy lista para que sus bellos labios pintados aterricen en los míos. Cada que lo hace así me da unas muy buenas vistas de su escote donde se alcanzan a ver muy bien sus tetas gigantes. Su proporción es mucho más grande que mi cabeza.

Estuve pensando tanto en eso que termine agarrandole una de esas grandes tetas en medio de el beso.

Ríe apartandose - Me hubieras dicho que querías más que un beso.

- Perdona mis modales hermosa dama, ¿me permitirias el honor de chupar como becerro sus hermosas tetas? - hago una reverencia.

- Por supuesto señorita - dice siguiendome el juego antes de ponerme sus pechos en la cara.

Los libero de su brasier y vestido. Cómo siempre tan cálidos, suaves y blandos. Beso en medio de ellos, succiono sus pezones con fuerza, acaricio con mi lengua pasando de uno a otro con deseo, sin dejar de acariciarla.

Todo es tan delicioso asta que somos interrumpidas cuando escuchamos un gemido lejano que no es de mi Lady.

Me separo para mirar en dirección de el sonido encontrando a la doncella que se escapó, la chica se estaba manoseando mientras nos veía.

Mi Lady se apresura a ocultar sus cenos.

- La encontramos - digo burlona.

Ave Del ParaísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora