Capitulo 25

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Estaba acostada junto con mi Lady durmiendo en su calidez asta que la presencia de algo desconocido atravesando el domo me despertó. Mire por la ventana a una silueta negra amuflandose en la oscuridad de la noche.

Después de mirar un par de veces el cuerpo erótico de mi Lady sobre la cama decidí salir a investigar que es lo que acosa al castillo a estas horas.

Convertida en lechuza vuelo alrededor captando el movimiento de la creatura que se aleja de el castillo al percatarse de mi presencia, sigo la dirección en dónde se fue pues es posible que represente una amenaza para la familia Dimitrescu lo mejor qué puedo hacer es exterminarlo. Vuelo por horas sin dar con su paradero, iba a rendirme asta que me percatarse que un cuervo lleva rato siguiéndome.

Extiendo mis alas para aterrizar sobre la rama de un árbol. Es cierto que estás aves están en constante guerra con las lechuzas pero este pajarraco me parece algo misterioso.

El cuervo aterriza en un árbol cercano y más de ellos parecen rodeandome.

Creo que es buen momento de volver a mi forma humana. La rama se rompe por el aumento de peso al transformarme para mí suerte la cantidad de nieve amortigua mi caída.

Estaba esperando a que los cuervos se vayan y siguieran su camino pero no fue así, ellos también bajaron de los árboles y se juntaron formando la figura de una mujer.

- Miranda que sorpresa - me levanto sacudiendo mi ropas.

- Es tan difícil acercarse a ti, siempre estás de un lado a otro o en compañía.

- ¿Hay algo que quieras hablar conmigo a solas?.

- Si lo hay - la mujer se acerca con pasos cautelosos - Me arrebataste algo que me pertenece.

- ¿Te refieres a Lady Dimitrescu?.

- Así es Meribeth, ella es algo valioso para mí aunque no fue buena vasija para rencarnar a mi hija tiene potencial en otras cosas - los árboles secos comienzan a torserse y a moverse de forma un tanto extraña como si tuvieran vida propia, la mujer vuelve a dispersarse en forma de una manada de cuervos y vuelve a aparecer detrás de uno de los troncos vivientes - Que tal si tú y yo llegamos a un acuerdo, no tendré problema en dártela a cambio de que tú te entregues a mí.

Esto me está cansando habla de Alcina como un producto que puede desechar y vender a su antojo.

- Yo te tengo una propuesta mejor, dejas en libertad a todos los lords y yo traeré devuelta a tu verdadera hija.

- ¿Cómo se supone que lograrás eso?.

- Puedo invocar su alma y transferirla a uno de tus óvulos, volverá a nacer - me mira esperanzada volviendo a acercarse a mi.

- No quieras verme cara de estúpida - dice tomándome bruscamente de el cuello de mi túnica negra.

- Para nada, aunque yo nunca e tenido ese privilegio de ser madre entiendo la tristeza de perder a quien amas - tomo su muñeca para soltarme se su agarre - Solo acepta y te mostraré.

Me mira atraves de esa máscara de oro que cubre gran parte de su rostro - Trato echo muéstrame ahora mismo - dice impaciente.

- Sígueme - vuelvo a mi transformación de lechuza y emprendo el vuelo con los cuervos de Miranda llendo detrás de mí.

Llegamos a la cabaña donde era mi antiguo hogar, e vuelto a construirla simplemente aún que ya no vivo aquí le tengo cariño.

- ¿Que vas a hacer?.

- Obcerva - me pongo en pocision de meditación para comenzar a acumular en todo mi cuerpo la energía pura de los niños que e devorado a lo largo de mi vida - ¿Murió siendo una bebé no es así? - la energía conecta con las almas de los niños difuntos inundando el lugar con el sonido de sus llantos - ¿Reconoces el llanto de tu hija?.

- Si lo reconozco - sus ojos lagrimean - Eva aquí estoy hija.

Miro directame a los ojos de Miranda viajando por todos sus pensamientos y recuerdos para identificar que alma debo tomar. Una vez echo esto atrapó la pequeña alma rodeandola de mi energía oscura y la arrojo al vientre de mi acompañante.

Ella sostiene está zona afectada con sus manos quejándose de dolor.
Guardo la energía en mi cuerpo para darle auxilio a Miranda.

- Lo siento por no avisarte que dolería un poco - la sostengo abrazándola así evitando su caída - Desde ahora tienes que cuidarte muy bien por qué estás embarazada de tu hija Eva, en nueve meses la verás de nuevo lo prometo.

- Gracias por devolverme a mi hija - me abraza con más fuerza.

- Guarda esas emociones o le harás daño al bebé - acaricio su cabello - Dame las gracias cuando la tengas en tus brazos.

Me alivia mucho que al final allá podido llegar a un mejor acuerdo con Miranda sin desatar una pelea a muerte por el simple echo de desconocernos la una a la otra asta el punto de tenernos miedo. Por otra parte no puedo negar que estoy feliz por ella de que por fin pueda recuperar a la niña que tanto le costó afrontar su muerte desatando eventos macabros con sus experimentos.

°°°

Vuelvo al amanecer al castillo un poco tarde, seguramente mi Lady estará furiosa conmigo por qué no desperté a su lado otra vez.

Abro las puertas de las habitaciones buscando a mi Lady asta encontrarla en la habitación de la bañera. Se ve tan tranquila con los ojos cerrados disfrutando de su baño de sangre que no quise interrumpirla, estaba apunto de dar la vuelta y regresar de donde vine pero su voz me detuvo.

- Meri.

- Alcina lo siento ya se que volví a irme por la noche.

- No hace falta que me lo expliques - me extiende su mano - Ven acá querida, me hiciste mucha falta esta mañana al despertar.

Me desvisto y entro en la bañera junto con mi Lady, procedo a darle amor para compensar la soledad en que la deje al escaparme.
Beso su boca mezclando nuestra saliva y labiales sin importar que nos manchemos  demasiado.

Ave Del ParaísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora