Capitulo 27

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- Toca otra canción ya me aburrí de esa - dice Bela sin soltar las manos de su desafortunado acompañe. Es un chico que secuestro junto a sus hermanas días anteriores.

- Como digas reinita - digo sarcástica - Está se llama Sakura Sakura - procedo a tocar las teclas de el piano en la sala de ópera.

- ¿Cuando nos dejaras atravesar de nuevo el domo?, quiero salir estoy aburrida - se queja Daniela.

- Asta que tú mamá me de la orden, pequeña, recuerda que su castigo todavía no termina.

- Vamos Beth, tu sueles consentirnos.

- Recuerda lo mal que termino para las cuatro la última vez que lo hice.

- Pero madre a ti nunca te castiga de verdad, siempre te sales con la tuya.

- ¿Bromeas?, sufrí tanto como ustedes.

- Pfff - bufa irritada - ¿No hay alguna forma de que tú puedas levantarnos el castigo?.

- Ningún Daniela, aquí la única que manda en el castillo es tu mamá.

- Podrías casarte con ella y así te convertirás en la otra matriarca de la familia.

- Eso suena increíble, ¿pero estás de acuerdo en que seré tu otra madre?.

- Si, mientras nos des lo que queremos a mi y a mi hermanas.

- Voy a considerarlo - Daniela con una radiante sonrisa se une al baile de el chico prisionero y su hermana. Ambas lo empujan de un lado a otro. Eso me trae recuerdos.

Depronto un segundo chico entra arrastrándose con heridas por todo su cuerpo y un gran golpe en parte de su cabeza.

- Por favor, tu te vez como la más cuerda, sácame de aquí - dice moribundo aferrándose a mis tacones altos de punta fina.

- Cassandra, quítame este muerto de aquí o va a estropear mi vestido - le pido a la pelinegra.

- Apresúrate Cassandra, Beth está tocando para nosotras y no queremos ser interrumpidas - dice Bela malhumorada.

- Perdóneme chicas, sigan con lo suyo - Cassandra con una risa macabra toma al chico de los pies y lo arrastra dejando un camino de sangre.

- ¿Te gusta tu nuevo apodo? - me pregunta Daniela - Mis hermanas y yo decidimos decirte así por qué madre ya te dice Meri, como tú nombre se divide en dos partes estonces nosotras te llamaremos Beth.

- Llámenme como quieran.

- Entonces te llamaremos puta - se burla Bela.

- Completamente de acuerdo me describe a la perfección.

Las tres reímos ignorando el llanto aterrado de el pobre chico.

- Es broma estoy segura que mamá volverá a castigarnos si te decimos así, Beth me gusta más.

- Disculpen...señoritas ya está el almuerzo listo - entra una temblorosa criada en la sala de ópera pisando él rastro de sangre.

- Ya oyeron, avisenle a su hermana - digo dejando de tocar el piano.

- Que lo haga la criada, estoy hambrienta - Daniela y Bela caminan en dirección de el comedor dejándome sola con el prisionero y la sirvienta.

Suspiro con cansancio - Limpia eso después de avisarle también a Cassandra, recuerda que eres la única criada que nos queda - digo sometiendo al chico en el piso para evitar qué intenté escapar - Se que es difícil encargarse de todo sola pero descuida ya vendrá Lady Dimitrescu con tu nueva compañía.

- S-Si señorita Meribeth...

Después de dejar al chico en el calabozo voy al comedor con las hijas de mi Lady.

- Prueba esto Beth - Daniela me da aprobar de su platillo - Sabe horrible ¿no?, esa criada no sabe preparar carne humana, has algo Beth - se queja.

- Está bien, denme sus platillos -Una vez en la cocina me dispongo a arreglar el error de la humana estúpida, creí averle dicho que la carne va cruda no cocida y el postre y las verduras van aparte. ¿Es tan difícil de entender?. Regreso con las chicas que por fin quedan satisfechas - ¿Dónde está Cassandra?.

- Prefirió comer sola en el calabozo - responde Bela con la boca manchada de sangre.

A esa niña le gusta ser regañada por su madre al parecer.

Mi Lady llega al castillo entrando por la puerta que queda justo en el comedor.

- Mamá te estamos esperando.

- Buenos días mi niña - cierra las puertas y se endereza después de inclinarse para entrar - ¿Que tal se portaron está vez? - me pregunta tomando asiento a un lado de mi en la mesa y bebé de su copa.

- Muy bien mi Lady.

- Espero que no me estés mintiendo otra vez, por qué no veo a Cassandra por ninguna parte - almenos intenté ayudarla - ¡Cassaaaandraaaa!.

- Enserio lo siento mucho Alcina, ellas son malas me manipulan para que actúe a su favor.

- ¡Traidora! - me acusa Daniela apuntandome con el dedo índice.

- Ya me encargaré de ti Meri - me dedica una sexi sonrisa después de la amenaza.

Hay mamá...

Ave Del ParaísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora