Capitulo 21

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Mi Lady se mira al espejo quitandose el sombrero, los aretes y el collar de perlas.

Yo la obcervo esperando el maravilloso momento dónde se quita el vestido, ella lo sabe por qué no deja de reir de forma pícara mientras me ve atraves de el espejo.

Se levanta de la silla del tocador después de terminar de desmaquillarse. Quita su vestido lentamente, sin quitar su sonrisa maliciosa.

- Lady sabes lo que pasa cuando lo haces así.

- De que estás hablando Meri - se agacha para levantar su vestido dandome una muy buena vista de su culo semidesnudo. Trago saliva, sus labios apretados están casi escapándose de el borde de sus bragas. Si tan solo pudiera liberarlos...- Estás muy quieta Meri - dice dándose la vuelta ahora mostrandome sus cenos que rebotan como cada paso que da moviendo sus caderas de la forma tan elegante y sensual característica de ella.
Gatea sobre su cama haciendo que me recorra acostada de espaldas con ayuda de mis pies y codos asta topar con la cabecera, dónde caigo rendida ante sus encantos.

Atrapa mi boca con la suya dandome un salvaje beso de lengua con una que otra mordida de parte de ella que me hace sangrar de uno de mis labios. Lame la sangre que sale de este.

Una risita perversa sale de su boca antes de alejarse con intensiones de dejarme así de prendida y con ganas de más de ella pero hago su escape imposible sosteniendola de las bragas.
Jugueteo un poco con el encaje de la delgada prenda antes de meter mi mano encontrandome con la humedad de mi Lady. Ahora soy yo quien la mira con una sonrisa maliciosa pues se cuánto desea que la penetre de nuevo.

Estimulo con mis dedos su entrada humedecida, mi lady gime despacio y esta tan perdida ante mis caricias que puedo sentir como su vagina palpita con fuerza y todo su cuerpo se calienta al instante.
Saco mi mano de su ropa interior y lamo mis dedos manchados de sus fluidos por el orgasmo.

Mi Lady abre más las piernas y acaricia su vagina sobre las bragas pidiéndome más, yo accedo inmediatamente sin poder resistime a su seducción.

°°°

La respiración de mi Lady se tranquiliza al igual que el agarre de su mano en mi cintura al momento en que se queda profundamente dormida.

- Seré cuidadosa mi Lady - beso sus labios suavemente.

Me encuentro con las tres hijas Dimitrescu quienes ya están listas para dar un paseo fuera de el castillo.
Asta se han limpiando la sangre de la cara.

- Gracias por lo que harás por nosotras, estamos ansiosas por conocer afuera - comenta Daniela emocionada.

- Guarden un poco esas ansias y beban esto - les entrego a cada una un frasco de poción - Descuiden ajuste el sabor a su gusto, contiene sangre fresca, está pocision las ayudará a mantenerse en calor allá afuera.

Después de dudarlo un poco ingieren la poción.

- Espero que esto funcione.

- Yo también - rio - Vamonos.

Las cuatro salimos de el castillo  y estábamos a punto de atravesar el domo que nos mantienes aisladas de el frío pero mis acompañantes se detienen.

- Tu primero Bela - Cassandra empuja ligeramente a su hermana.

- Estás loca, tu ve primero.

- Que tal si vamos todas - salgo de la barrera y les extiendo una mano. Daniela es la que la toma algo dudosa entonces la jalo sacándola de el domo ambas caemos a la nieve.

Sus hermanas gritan aterradas pero se detienen cuando ven a su hermana jugando en la nieve.

- ¡Esto me encanta! - grita con felicidad contagiando a sus hermanas que finalmente se lanzan a la nieve con nosotras.

- No puede ser Meri, eres maravillosa -  dice Cassandra lanzandome una bola de nieve en la cara.

- Oye - le regreso el ataque. Pero las tres se acomodan para seguir lanzandome nieve - Malagradecidas.

Dejé que siguieran jugando un rato más en la nieve antes de continuar el recorrido.

- Queremos ver el pueblo de nuestra madre - pide Bela.

- Está bien solo tengan cuidado, esa gente suele ser un poco bocona.

Llegamos al pueblo, mucha gente está durmiendo solo algunos hombres se mantienen haciendo guardia afuera de sus casas.

- Es más pequeño de lo que pensaba - dice Daniela decepcionada.

- Lo se es aburrido vallamos a la ciudad - propongo.

Me tranformo en lechuza y aleteo por los aires llendo en dirección de la cuidad con las moscas de las chicas siguiéndome desde atrás.

Después de un largo viaje por fin llegamos a la ciudad.

- Es muy grande - dice una de ellas. Las tres miran a su alrededor boquiabiertas.

- Demasiado, pueden ir a explorar pero no se vayan muy lejos de mi y si piensan comerse a alguien cuiden que nadie las vea créanme que aquí se difunden muy rápido los sucesos extraños.

Las tres acienten antes de convertirse en moscas y perderse por ahí.

Tal vez me meteré en problemas pero viendo el lado bueno es primera vez que veo a esas tres satisfechas.

El tiempo pasó asta que estaba apunto de amanecer, una vez que termine de vender mi magia a los mortales llame a las tres mujeres por su nombre asta que aparecieron.

- Es hora de irnos o su mamá va a matarme.

- ¿Volveremos? - pregunta Bela.

- Algún día.

- ¿Cuánto dura el efecto de la poción?- pregunta Daniela intrigada.

- Para siempre - se miran entre ellas con una enorme sonrisa para después abrazarme entre las tres - Solo acepto los abrazos de su madre.

- Gracias por todo Meri.

Ave Del ParaísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora