Capitulo 39

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Seguí buscando el resto de el día y la noche asta el amanecer, llegando a la conclusión de que la daga no está en el castillo. Lo peor es que Daniela y Bela ya salieron, ni siquiera tuve tiempo de alertarlas.

Voy de inmediato a notificarle a mi Lady, ella está buscando al igual que yo, espero allá tenido éxito. Pero al ver su expresión me doy cuenta de que no es así.

- Lady te e fallando, no e podido encontrarla.

- No lo digas así Meri - acaricia mi cabeza - Soy yo la que a fallando al dejar de prestarle atención por años a algo tan importante como lo es esa estúpida daga.

- Lady, tampoco eres culpable, tú misma me habías dicho que la mantenias escondida - abrazo a mi Lady de su pierna, pues es asta donde le llego de estatura - Seguramente estará en cualquier parte cercas de el castillo, no sabemos cuándo desaparecio pero quién sea que la robo si tiene la intención de exterminarnos no irá muy lejos.

- Tiene lógica, aún así no dejaré de buscar en el castillo - dice mi Lady angustiada, me duele tanto verla así cuando ya comenzaba a disfrutar de su libertad.

Haré pagar a quien está perturbanda la tranquilidad de Lady Dimitrescu cuando lo encuentre.

- Le diré a Cassandra sobre esto.

- Gracias Meri - se agacha para besar mis labios. Y solo basto ese beso para que pueda sentir toda la irá, desesperación y miedo de mi Lady, su lengua acaricia toda mi cavidad bucal mientras sus labios se mueven sobre los míos como si fuera la última vez que tendrán contacto con ellos.

Nos separamos y juntamos nuestras frentes, mirándonos de cerca a los ojos - Todo va a salir bien mi dulce vampiresa - posó mis manos sobre sus pómulos acariciando suavemente.

- Te amo Meribeth.

- Te amo Alcina - volvemos a besarnos.

- No quiero perderte - dice entre el beso - Cuídate mucho.

- Estaré bien mi Lady, lo prometo.

°°°

- ¡Cassandra! - la llamo encontrandola en el jardín jugando al escondite con un pricionero que seguramente acaba de sacar de el calabozo - Nesesito que busques a tus hermanas.

- Mierda Beth es raro verte así, tu sueles ser alguien despreocupada - se burla la peli negra.

- Esto es serio, alguien robó la daga de las flores - su sonrisa se borra de inmediato - Tus hermanas están en peligro allá afuera, debes traerlas de regreso solo tu sabes cuáles son los lugares que frecuentan.

La chica se retira después de que le doy el permiso para atravesar el domo.

Será mejor que lo refuerze...Dejó salir mi energía oscura de las palmas de mis manos y las coloco sobre la barrera, tiñendo el domo de negro, dejando el castillo cubierto en tinieblas.

Esto solo será temporal, durará el tiempo que la daga no aparezca.

°°°

Llegó volando a mi antiguo hogar con Miranda, con la intención de reforzar la barrera como hice con la de el castillo, también para informarme como va el desarrollo de Eva en su vientre y confirmar si Donna se encuentra con ella. Pues ayer se fue por la noche diciendo que estaría aquí.


- Buenos días Miranda, que gusto volver a verte - se encontraba preparando un platillo dentro de la cocina.

- Buenos días Meribeth - me mira por unos segundos antes de volver su vista a la estufa - Te vez extraña, ¿peleaste con Alcina? - dice en tono de burla.

- No realmente - rio por la actitud de la mujer - Ya estas recuperada y dándolo todo mientras cargas con esa barriga, ¿cómo está la pequeña Eva? - digo intentando tocar el vientre inchado de la mujer.

- No te acerques mientras estoy cocinando - dice de un mal humor que me hace retroceder.

Aún me parece extraño verla con ropa cómoda, sin todas sus llamativas prendas y adornos de oro, sobre todo sin su enorme corona. Sus cabellos rubios son más largos de lo que parecían.

- Por cierto, ¿has visto a Donna?.

Niega - Se fue desde ayer en la madrugada, dijo que iba a volver al anochecer pero no e visto ni rastro de ella - apaga el fuego de la estufa - Es probable que esté en la fábrica de muñecas.

Vuelvo a emprender el vuelo en dirección de el lugar mencionado después de que Miranda me allá dado las indicadas de como llegar.

Ave Del ParaísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora