Capitulo 43

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- Es un buen clima para asolearse - dice Bela jugando con el agua de la fuente.

- Aún en este clima caluroso, ¿no salian para nada tu y tus hermanas de el castillo? - miro a mi Lady a lo lejos dirigiendo a los jardineros que podan el pasto.

- No, madre no lo permitía por qué aún había riesgo de morir congeladas en alguna otra parte de el mundo - dice con tranquilidad.

- Ya veo...

- ¿Y tú dónde estabas todo ese tiempo donde madre todavía no te conocía Beth?.

- Escondida en las sombras de el bosque - digo dramatizando.

- ¿Existen más como tú?.

- Si, escondidos por todo el mundo - digo aún sin apartar de visita a mi Lady.

Desde lo que pasó con esas malditas criadas ya no confío en ninguna de las personas que trabajan aquí en el castillo.

Cualquiera podría estar teniendo pensamientos inapropiados de Alcina siendo la mamasota que es.

- ¿Beth?...

Mis ojos se pasean de arriba a abajo por toda su figura esculpida por los dioses, imaginandola sin ese vestido que la cubre. Me invaden las ganas de poseerla en la cama y hacerla mía de nuevo.

- ¡Beth!.

Han pasado varios días desde la última vez que le di asta para llevar.

- ¡BETH! - grita la peliroja sacándome de mis impuros pensamientos que estoy teniendo de su madre - ¿Podrías dejar de desnudar a madre con la mirada?, es incómodo sigo aquí - ríe Bela.

- Me disculpo por qué tengas a una mamá tan sukulenta a la vista.

- Nesesitas un baño para que te baje la temperatura - seguido de eso Bela me empuja dentro de la fuente.

- Gracias si me hacía falta - digo con mi cabello y vestido empapados.

- Mírate Beth, tu maquillaje jajaja - se burla riendo a carcajadas.

- Lo se, no es aprueba de agua - salgo de la fuente. Mi Lady al ver lo que está pasando se acerca caminando con sus pasos y movimientos de caderas elegantes que llaman de nuevo mi atención - Bela tírame de nuevo en la fuente.

- ¿Estás loca?, viene madre - dice nerviosa por el regaño que le espera.

- Bela - pronuncia el nombre de su hija sonando intimidante con esa voz madura y seductora que logra calentarme aunque no va dirigida hacía mi.

- Madre... - Bela me hace una seña empujandome con su codo para que la ayude a salir de esa situación embarasosa.

- L-lady..- digo reaccionando - discúlpame yo le pedí que lo hiciera - sonrió intentando sonar convincente.

- ¿Lo dices enserio Meri? - los ojos dorados de mi Lady se posan sobre mi haciéndome sentir aún más pequeña a su lado.

Trago saliva - S-si - mis ojos bajan de sus ojos a sus enormes y llamativos pechos. Mi Lady ríe causandome un sonrojo al darme cuenta de mi error - Oh, mi lente de contacto - digo agachandome para buscar el objeto imaginario en el piso.

- Lo dejaré pasar por esta vez, Bela, dale gracias a Meribeth - dice dándose la vuelta llendo a la entrada de el castillo, dejando ahora su trasero a disposición de mis ojos.

- Eso estuvo cercas Beth - la chica suspira aliviada.

- Descuida Bela, yo le daré unas nalgadas por asustarte.

- ¡Beth! - vuelve a arrojarme a la fuente.

°°°

Jugueteo con las uñas con esmalte negro de mis manos, nerviosa. Las hermanas bailan con la música sonando en el reproductor de disco de vinilo que acaba de poner mi Lady mientras toma de la copa.

- Ven a bailar con nosotras, Beth - Casandra tira de mi mano obligandome a levantarme de el sofá donde estaba sentada al lado de mi Lady.

Me atrae hacía ellas comenzando a guiar mis pasos al ritmo de la música.

Así duraron asta que termine exausta.

Vuelvo al lado de mi Lady con la respiración agitada.

- Llevas bien la relación con mis niñas, Meri.

- Supongo que voy mejorando - abrazo a mi Lady rodeandola de la cintura.

- ¿Crees que no e notado que llevas deseandome durante todo el día?, pequeña.

- La intención era que lo notarás Lady, sabes que yo nesesito de tu cuerpo como tú nesesitas de mis caricias - acaricio su muslo por encima de la falda de su vestido.

- Si lo nesesito Meri - muerde su labio inferior mirando y sintiendo los movimientos de mi mano. Se lo que se está imaginando.

- Y que esperas para pedirlo Lady, sabes que soy muy buena frotando cosas - digo picara.

- Prefiero que tú des el primero paso - mi mano se acerca cada vez más a su entrepierna.

- Ya lo estoy dando, ahora permiteme entrar más en tu paraíso.

- Lo haré Meri - deja su copa sobre la mesa y se levanta de el sofá, yo aprovecho y la miro con deseo - Pero tendrás que alcanzarme - sale corriendo tomándome desprevenida.

- ¡Lady! - me apresuro a ir detrás de ella.


Ave Del ParaísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora