Ave Del Paraíso

Capitulo 17

Me quedo pasmada al ver cómo mi Lady drena la sangre de los cuerpos de las doncellas en una enorme tina con la ayuda de sus hijas.

- Meri trae a la que falta - me pide mi lady.

- Si - empujó a la chica temblorosa con los ojos vendados - No es nada personal lo juro - susurro en su oído antes de entregarsela a mi lady.

- Buena chica - me sonríe para después cortar la garganta de la doncella matandola al instante.

Me acerco para ver mejor la pila de sangre.

- ¿Todo esto se convertirá en vino?.

- Haci es pequeña - acaricia mi cabeza como si fuera un gatito.

Obcervo a las hijas Dimitrescu jugar con los cadáveres de las mujeres.

- Lady tengo que ir a la ciudad - aviso a mi amada.

- Nosotras también queremos que nos traigas un regalo mi madre no vive sola - se queja Daniela.

- Está vez no me olvidaré de ustedes.

- No tardes demasiado Meri últimamente te vas en la noche y no llegas asta el amanecer - me siento vigilada - más te vale que no me estés ocultando algo más - dice mi Lady de forma acusadora.

Aquí vamos con los celos - ¿Desde cuando tan posesiva Lady? - pregunto divertida.

- Desde siempre Meri, recuerda que vives en mi castillo.

- Eso madre demuestra quien manda - dice Cassandra.

- Silencio.

- Lo siento.

- Prometo que no tardaré mi Lady, perdón si te hice sentir insegura por mis acciones - me disculpo y le hago una señal para que se agache a mi altura para poder darle un beso de despedida y haci lo hace - Te aseguro que no me estoy viendo con nadie más Lady, por si esa era tu preocupación - susurro en su oído - Sabes que nadie tendría oportunidad conmigo.

Le doy un último beso a mi Lady antes de enprender el vuelo.

°°°

Al regresar me sorprende encontrarme con Madre Miranda y los hermanos de mi Lady.

- Meri ya estás aquí, ¿que nos trajiste? - me rodean las tres hijas de Alcina.

Les entrego unas cajas enormes de regalo cada una.

- Habranlo cuando estén completamente solas es una sorpresa - las tres chicas se retiran felices.

Miro a todas partes buscando a Lady Dimitrescu, ella está apartada junto con madre Miranda, parecían estar hablando de algo. Miranda se encuentra con mi mirada y me sonríe de forma cínica, por otra parte mi Lady se ve de muy mal humor.

Respondo al gesto de Mirada de la misma forma que ella lo hace, iba directo con ambas mujeres pero Heisenberg me detiene tomándome de el brazo.

- Pero que sorpresa encontrarte pequeña zorra negra.

Me suelto de su agarre - ¿Que es lo que quieres?.

- Calma un poco el temperamento no estoy interesado en pelear por ahora - vuelve a tomarme de el brazo está vez jalandome asta quedar pegada a su cuerpo - Me sorprende el gran poder que posees incluso Madre Miranda tiene miedo de tí - intento alejarme pero el aplica más fuerza en su agarre alrededor de mi cintura.

- Quítame tus sucias manos de encima asqueroso hombre.

- Shhh, te tengo una propuesta únete a mi y juntos destruiremos a madre Miranda.

Rio - ¿Después de lo que te hice?.

- No tengo ningún problema con eso lindura, creo que en verdad te lo agradezco pues ahora se que tú eres alguien que puede ser capaz de hacerle contra a Madre Miranda.

- ¿Que está pasando aquí Meri? - mi Lady tiene una bola expresión tan llena de furia que me hace temblar por dentro.

Consentro la energía oscura en mis manos que están sobre el pecho de Heisenberg asta que sale disparado por fin dejándome libre.

- Él fue quien literalmente me secuestro - mi lady hace un puchero de desagrado.

- Calmate un poco jirafa - dice el hombre levantándose - Solo conversaba con tu hada madrina - luego se dirige a mi - Piénsalo lindura - toma mi mano y la besa para luego alejarse de nosotras con una risa depravada.

Se que lo hace para molestar más a Lady Dimitrescu pero no puedo negar que fue completamente innecesario.

- Ven aquí - me toma de la mano siendo para nada delicada y me jala con ella.

Me lleva asta su habitación y me avienta en la cama.

- Eso dolió - me quejo.

Hace tiempo que mi Lady no usaba su fuerza contra mi.

- No puedo creer lo que acabas de hacer allá - se ve tan furiosa.

- Lady ya te dije que no fue mi culpa, pero aún así te pido disculpas.

- Solo dime qué estaban hablando que era tan importante para estar tan pegados de esa forma.

- Lo de siempre Lady nos estábamos insultando pero sabes cómo son los hombres ellos no controlan sus impulsos e intento agredirme de forma física - me siento en el borde de la cama - Ya te lo dije está mañana Lady, tu eres la única que cabe en este pequeñito corazón.

Se relaja y se sienta a mi lado - ¿Estás bien querida?.

Me siento en sus piernas y la abrazo - Mucho mejor ahora.