Los días siguen pasando con tranquilidad dentro de el castillo, Alcina está segura de que a convencido a Miranda acerca de cómo soy pero omite la parte en que me ve como otro futuro conejillo de indias para sus experimentos. Heisenberg a intentado contactarme otra vez pero lo estoy ignorando por qué considero que ya me a dicho todo lo que debo saber de Miranda y me incomoda mucho el trato que tiene conmigo.
Ahora mismo las hijas Dimitrescu se divierten peinando mi cabello - Oye se más cuidadosa - digo al momento en que Daniela le da un tirón a uno de mis mechones.
- Que delicada.
Mi Lady nos ve a las cuatro sentada en uno de los enormes sofás con una linda sonrisa adorable en su bello rostro.
- Deberías usar el color negro en tus labios - comenta Bela aplicandome el labial de el color mencionado.
- No lo sé ya uso negro en gran parte de mi vestimenta yo pienso que un poco de color no me vendría mal.
- Opino lo mismo, prueba con el rojo - Cassandra aparta a su hermana de un pequeño empujón.
- Demasiado llamativo para mí, por eso el violeta es perfecto.
- Pues estás equivocada, ya verás el rojo resaltará más el color azúl de tus ojos - Cassandra me retira el labial negro para remplazarlo por el rojo - sonríe victoriosa - ¿Lo vez? - dice extendiendome un espejo.
- Tienes razón lo considerare.
- No seas tonta Cassandra ese labial es de madre - Daniela le arrebata el labial a su hermana - Es obvio que Meri quiere un color diferente para poder mezclarlo con el de madre.
- No pudiste averlo dicho mejor - me burlo - Auch - Bella vuelve a tirar de mi cabello. Mi Lady ríe y se levanta llendo en dirección de la cocina dejándonos solas - Oigan, ¿no han pensado en como sería salir de el castillo? - digo aprovechando.
- Si - responden las tres al mismo tiempo.
- ¿Nos llevarás contigo a la cuidad? - pregunta Cassandra emocionada.
- Su mamá no me deja intervenir demasiado en su educación y mucho menos me dejará consentirlas pero haré una excepción está noche. Conozco un truco para que el frío no las afecte pero prometanme que serán discretas.
Todas guardamos silencio cuando escuchamos el taconeo de Alcina acercándose.
- Hijas ya jugaron suficiente con Meri es ahora de que la dejen descansar.
- Si madre - las tres me miran cómplices antes de desintegrarse.
Mi Lady vuelve a reír - Mírate eres un desastre - vuelvo a mirarme al espejo dándome cuenta de que mi cabello está echo nudos. Bela... - Ven acá - extiendo mis manos hacia mi Lady como una niña pequeña esperando el abrazo de su mamá.
Lady Dimitrescu me carga en sus brazos hasta llevarme a su habitación y me ayuda a desenredar el revoltijo que hizo su hija en mi cabello.
- ¿Por qué no dejas que interactúen más conmigo Lady? - digo refiriéndome a sus hijas.
- Les das demasiadas libertades Meri y tu cabello es una prueba de eso.
- Y que hay de malo, ellas se aburren de no poder salir más allá de el domo.
- Eso déjamelo a mí Meri tú ya estás poniendo mucho de tu parte manteniéndolo funcionando sobre el castillo.
- Bien de todas formas no tengo mucho que decir, nunca e sido madre.
- Que linda eres Meri - reparte besos por todo mi rostro dejando su labial marcarcado con la forma de sus labios.
La atrapó antes de que pueda alejarse otra vez y le regreso los besos. Nos miramos directo a los ojos, se que lo está sintiendo tanto como yo, quiero hacerle el amor ahora mismo.
Pero antes de que pueda reaccionar mi Lady ya está sobre mi con mis manos apricionadas con las suyas a mis costados. Vuelve a besarme pero está vez en los labios - Lady.. - soy callada por sus besos.
- Me encanta tanto esa forma en como me deseas con la mirada cada día Meri - baja sus besos asta mi cuello dónde muerde para beber mi sangre.
Gimo con exitacion - Lady Dimitrescu bébeme hasta dejarme sin una gota.
- No lo pidas Meri o no podré controlarme - dejo mi cuello más expuesto insitandola. Entonces vuelve a pegar sus labios en mi cuello y chupa asta quedar satisfecha - ¿Tú sangre es infinita?, sigues como si nada - acaricia la parte mordida en mi piel.
- Digamos que si - ahora yo me pongo sobre ella abrazándola, mientras beso arriba de sus pechos.
Ríe - Me sorprende que sigas teniendo energía después de esa cantidad de sangre perdida.
- Siempre tendré más para ti mi lady - digo sin dejar de besar. Succionó en su clavícula dejando una marca morada.
- Meri que había dicho de las marcas.
- Perdona Lady - acaricio sus mejillas.
Me aparto para levantar su vestido.
Quito sus botas negras, después sus calcetas haciendo roze con mis manos en sus piernas. Tomo sus pálidos pies y comienzo a madajearlos, a mi Lady parece gustarle ya que suspira relajada - Como siempre tan tensa mi Lady - beso su tobillo.- Quisiera ser tan despreocupada como tú.
- Mi única preocupación eres tú mi lady.
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Ave Del Paraíso
Fiksi PenggemarLady Dimitrescu Advertencia: Historia no apta para todo público, contiene escenas +18 Meribeth Borst es una hechizera prácticamente de distintas magias siendo la principal la magia oscura e ahí por qué el apodo de "bruja". Tras un insistente con las...