Sentiment Ètrange - Las canciones que te hacen en mi | ALBALIA

DESDE QUE TE VI - 24 DE JULIO DE 2021

Como lo había predicho, pasé el fin de semana atrapada con las cosas del viaje, confirmando reuniones, revisando los horarios de Alba durante toda la semana y averiguando todo lo que iba a pasar allí para poder estar preparada y ayudar tanto como pudiera. También tomé un tiempo para ver los itinerarios turísticos cerca de donde nos quedaríamos. Después de todo, no es frecuente que vayas a Las Vegas, y quería tomarme un tiempo para disfrutarlo también, si fuera posible.

Le conté a Alicia sobre el viaje por teléfono, ya que no nos veríamos en esos días. No parecía muy contenta, pero yo no podía hacer nada, era mi trabajo y punto. Hablé con las chicas y Damien por was y videollamadas casi todo el tiempo. Me ayudaron a hacer planes mientras me pedían que trajera millones de cosas ; incluso hicieron sus largas listas de regalos. Qué sería mucho más accesible si hubieran estado hablando con Alba y no con una proletaria como yo. Por cierto, también comentamos sobre el éxito del video que subimos hacía ya unos días, que tenía miles de visitas. No eran tantos así, la verdad, pero las interacciones crecían cada vez más sin que tuviéramos mucha idea. Bromeamos sobre fijar algunas fechas de conciertos para cuando volviera a la ciudad. Lo cierto es que entre toda la diversión nos pusimos de acuerdo en grabar algo todos juntos; sería divertido dedicarle algo de tiempo a música,  aún más si fuera con ellos.

No pude hablar muy bien con Miki porque estaba de viaje haciendo algunos conciertos junto a Alfonso y otros músicos;  sólo regresaba a mitad de la semana, mientras yo estaría en Las Vegas. Así que le dejé un mensaje deseándole suerte en los shows, diciéndole que lo extrañaba y que teníamos que programar algo para cuando volviera. Había pasado ya algún tiempo desde que nos pusimos al día y teníamos mucho de qué hablar.

Entonces, entre una cosa y otra, el finde se me pasó volando y pronto llegó el lunes. Nuestro vuelo salía por la noche, así que hubo tiempo para que Alicia fuera a mi casa a despedirse y para que me llevara al aeropuerto.

Tenía muchas ilusiones sobre el viaje. Esperaba no pasar las 24 horas de los casi 7 días que estaríamos ahí trabajando solamente, sin tiempo para disfrutar del lugar. Pero tal como era Alba, no me sorprendería que ese fuera el caso. 

Sabía que solo la encontraria en el aeropuerto de todos modos. Cosa que me informó por e-mail, ya que desde el viernes no nos veíamos, ni lo hablamos más. 

Llegamos con mucho tiempo libre, comimos algo y dimos un paseo para comprar algunas cosas que necesitaría, dejando tiempo a que ella llegara. Estábamos sentadas en uno de los sillones del enorme salón del aeropuerto, cerca del mostrador de servicio, cuando me di cuenta de que Alba y Alicia estarían en el mismo lugar, a la misma hora por primera vez. Pero no tuve mucho tiempo para pensarlo y paniquear sobre ello porque pronto la vi entrar por la sala de espera, de la mano de Joan, que mantenía una sonrisa en el rostro. Creo que en cuanto entraron nos vieron y se dirigieron hacia nosotras. Roberto también venía tras ellos con algunas maletas, pero se detuvo lejos.

Mientras venían, llamé la atención de Alicia.

— Son ellos —le habé indicando la dirección discretamente.

— ¡Vaya, es realmente hermosa! — Su expresión de sorpresa me pareció divertida.

— ¡Alicia! Respétame mujer — bromee, forzando una expresión seria, mientras le daba un codazo en el brazo.

— Solo estoy revisando y confirmando lo que me dijo Marta el otro día — Se encogió de hombros, y me reí.

Ese era un hecho que realmente no se podía negar.

Tan pronto como estuvieron cerca nos levantamos a saludarlos.

— Hola Natalia, cómo estás? — Joan me saludó con su simpatía característica. A diferencia de Alba que se mantuvo seria.