2 meses después...
"Cariño, Joan y yo firmamos los papeles del divorcio en cuanto regrese de viaje el lunes."
— Eh... tos... e-jen... tos - tosí para aclararme la garganta del café que ya me bajaba por ella cuando lo escuché. — Eh... ¿Sí? ¿Pero ... ya? - pregunté un poco paniqueada de que el tema hubiera salido de la nada, en medio de una conversación sobre Navidad y su cumpleaños, que sería en poco más de un mes.
— ¿Cómo que ya? — me miró indagona. — Llevamos meses en esto, Natalia. Todo terminó tomando mucho más tiempo del que debería, la verdad... con todo lo que pasó... — aspiró profundamente y la culpa me invadió de inmediato.
— Sí, esto es verdad. — lo confirmé cabizbaja recordando todo lo que había pasado para que las cosas fueran así, pasándome los dedos por la comisura de mi boca para limpiar cualquier gotita que me hubiera escapado.
Dosjodidos meses y todo era aún muy reciente en mi puta memoria, imagínate en la de ella.
— Y tu padre, ¿cuándo piensas hablar bien con él? — Pregunté para desviar mi mente de los recuerdos que generan esa culpa, y porque tenía muchas ganas de saberlo, la verdad. ya que el señor Martínez, alias mi suegro, parecía estar jugando al escondite con Alba estos últimos meses.
Llamaba cuando quería, decía media docena de insultos a los que siempre colgaba enseguida sin darle tiempo a contestarle, dejándola en la mas puta mierda, y cuando era ella quien lo llamaba, nunca podía localizarlo, y yo tenía que hacerme cargo de la tristeza y el enfado que le quedaba.
Suspiró profundamente, tal vez pensando en el peso de una conversación en este exacto momento, después de que todo se hubiera acumulado en estas semanas ocupadas y llenas de acontecimientos. A veces temía que, pensándolo bien, ella decidiera que ya no era una buena idea. Todo. Toda la idea, todo lo que estaba jugando y apostando, y sobre todo el hecho de estarmos juntas. Especialmente porque mira lo que estaba recibiendo a cambio. Eso me dejaba rabiosa y me entristecia, pero a diferencia de ella, no tenía un apapacho para calmarme el temperamento, ya que no le decia cómo me sentía.
Que digo ¿A veces? No. Casi todo el tiempo.
— Lo llamé ayer, otra vez, pero esta vez finalmente contestó después de dos putos meses. — me sonrió, luciendo nerviosa. - Dijo que está en algún lugar del Medio Oriente, no entendí muy bien... y que no podía decir mucho porque tenía una cita, como siempre. - puso los ojos en blanco con fastidio.
— Y te juro que no puedo más con esto, Natalia. — bufó recostándose pesadamente contra la silla.
— Está claro que se está escapando de mí, de hablar. Dice lo que quiere, como siempre lo ha hecho, pero cuando es mi turno de hablar, simplemente huye - Ahora sus palabras tenían algo de rencor.
— Pero la buena noticia es que se le escapó que el próximo fin de semana estará en la ciudad porque tiene una reunión importante con unos socios del Hotel, y luego no tendrá adónde correr, por fin hablaremos sí o sí. Estoy segura de que querrá reprocharme, sacarme de su testamento, de la presidencia de la empresa... y después de enterarse de que no puede hacer ninguna de estas cosas, querrá matarme. — Dejó escapar una risa nerviosamente ronca, mirando hacia algún punto que me traspasaba, perdida en sus pensamientos, antes de tomar un sorbo de su café con leche de almendras que descansaba sobre la mesa a mi lado.
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Sentiment Ètrange - Las canciones que te hacen en mi | ALBALIA
FanficElla no se había fijado en mí, pero yo sí me había fijado en ella, de hecho, estaba completamente asfixiada por su presencia. Entonces, un calor se apoderó de mi cuerpo. ≼Que extraña sensación.≽ ...