⏮ ⏯ ⏭ TINI x Maria Becerra - Mienteme

1.4K 109 9
                                    

Ya había caído la noche pero no tenía idea de qué hora era, había pasado un tiempo desde que el alcohol ya había subido a mi mente. Y también habían pasado unos minutos desde que la rubia de mis sueños y pesadillas bailaba sinuosa y provocativamente con las chicas junto a la piscina, mientras yo miraba todo en el agua con las gafas que le pedí prestado a la Mari. Era increíble cómo mi mirada se perdía en su cuerpo, en esos movimientos que me dejaban encendida incluso sin ninguna pretensión. La atmósfera era sofocante, el aire entraba en mi pecho y se sentía pesado y los cigarrillos que me fumé uno tras otro no ayudaron en absoluto. Yo solo quería que todos se fueran, que desaparecieran, dejándome sola con ella. Sobre todo después de que Carlos, que apenas se había apartado de su lado desde que llegó, se la acercó por detrás, tomando el lugar de Julia y empezó a acompañarla en el baile. Eso hizo que todo mi cuerpo se calentara, pero no por las razones que ya conocía. 

Traté de cambiar el enfoque, sumergirme para enfriar la cabeza, pero nada. Nada solucionaba ni hacía menos incómoda esa escena y mis ganas de ir allí y arrastrarlo lejos de ella, quedarme en su lugar y bailar agarrando ese cuerpo que me estaba alucinando. Después de todo lo que había pasado, notar todas esas sensaciones y sentimientos por supuesto me hizo sentir débil por seguir queriendo y deseando a Alba así. Intenté por todos los medios escapar, fingir que no me importaba, quedarme al margen, guiarme por mi orgullo, pero al final mi voluntad me traicionó. Mi deseo por ella me traicionaba. Así que bebía cada vez más rápido, como si eso fuera a solucionar algo, y negué cada intento de cualquiera que me pidiera bailar o salir de esa piscina para lo que fuera. No podía apartar los ojos de los dos.

 ¿Cuántas canciones más van a bailar pegados, coño

¿No te cansas, tío?

 Natalia, por el amor de Dios, ¿qué celos idiotas son estos? No eres así.

Cuando sus ojos se enfocaron en los míos y vi una sonrisa maliciosa se dibujando en esos labios que la mayor parte del tiempo sostenía entre los dientes, cuando no, eran mojados por su lengua que jugaba con ellos, mientras sus manos vagaban por su propio cuerpo, aumentando las ondulaciones que hacía para acompañar el funk carioca que tocaba, me di cuenta de que estaba siendo demasiado obvia y que ella se estaba se divirtiendo mucho con todo eso, lo que la hacía bailar cada vez más pegada a él. Necesitaba dejar de dejarle las cosas tan claras. Necesitaba dejar de demostrar lo mucho que ella era capaz de meterse conmigo. Pero no ahora. No en ese preciso momento en que me miró una vez más, dijo algo al oído de Carlos, volvió a mirarme con una sonrisa de reojo y salió de allí camino de la mansión. 

Entonces, sin esperar demasiado ni disfrazar, la seguí. No sabía exactamente qué iba a hacer, pero recuerdo haber pensado en el camino que si lograba matar todas mis ganas por ella, tal vez pronto se iría, ¿no? Por lo general, las cosas tienen un principio, un desarrollo y un final. Esa era mi esperanza ciega y borracha. ¿Pero era eso posible?

Como decía la letra de la canción que sonaba en el momento exacto en que la seguí:

Toy má clara que el agua

Baby, fluyo aunque mañana te vaya'

Yo no sé qué me pasa

Pero hoy quiero pasarme de la raya

Porque si me besa'

La gana se me suben a la cabeza

Hoy mezclamo' el tequila con cerveza

Sentiment Ètrange - Las canciones que te hacen en mi | ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora