El capítulo más largo que he escrito nunca para recompensarles por la tardanza.
Perdónpor errores u desconexiones, no pude corregirlo bien. Nos lemos ❤️.
Estaba sumergida en la más profunda oscuridad cuando algo suave, aterciopelado y húmedo irrumpió en mis sueños, sí, estaba en mis sueños, era un sueño, pero también era real, estaba ahí y acariciaba mi piel con dilección. Ese tacto, ese olor fresco y tan familiar, esa forma de seguir a la perfección los caminos y sinuosidades de mi cuerpo, ya me hacían sonreír incluso antes de abrir los ojos y enfrentarme a ese mar de tinieblas. Entonces ya no era más un sueño. Pero incluso antes de despabilar y concienciarme de algo, ya era feliz.
—Nat, ¿por qué me despiertas por la noche? — le pregunté con voz ronca y quejumbrosa, aunque la sonrisa no salía de mi boca.
Sabía que estábamos en nuestra cama, esa que pronto dejaría de ser nuestra, pero que nos cobijó en esas intensas y maravillosas semanas, pero no sabía exactamente cómo terminé allí. Todavía recordaba el frío que venía del mar y nos envolvía, y los brazos apretados de Natalia cobijándome y dándome paz y cierto calor. Del mismo modo que recordaba el ruido de las olas y la felicidad que me hacía sentir Natalia con su voz, sus caricias. Pero también estaba el sabor amargo de la frustración pesando sobre mi cuerpo, a pesar de que ella lo había tomado y compartido el peso conmigo.
Cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad, me di cuenta de que no estaba frente a mí ni a mi lado, así que instintivamente mi rostro se inclinó hacia abajo y allí estaba.
Ella, como una niña que juega al escondite, se descubrió la cara y me hizo ver, aún en la penumbra, su hermosa frente surgiendo de entre las sábanas, colocada, acurrucada exactamente entre mis piernas, debajo de mi vientre. Estaba de rodillas sobre el colchón a horcajadas sobre mí. Usualmente nos despertábamos y nuestras mañanas eran bastante sincronizadas, pero por supuesto había esos días en los que, por alguna razón, una de nosotras terminaba levantándose primero. No quería pensar que lo que la había hecho despertar tan temprano o incluso no haber dormido era la preocupación, y mucho menos por mi culpa por lo que había pasado la noche anterior. Entonces llevé mi mano a su rostro, acaricié lentamente su perfil y sentí una sonrisa formarse en su boca, lo que me hizo sonreír a mí también, a pesar de mi sueño.
—Buen día mi amor.
—Pero si aún no es día. — conteste perezosa, sintiendo el peso de mis párpados.
—Sí que lo es... pero aún es muy temprano, el sol aún no ha salido.
—¿Y por qué me despiertas a esta hora? Ven aquí, quiero disfrutar contigo este ratito que tenemos juntas... — Traté de levantarla, para que se acostara sobre mí, pero como hubo resistencia de su parte, no pude. ¿Por qué no querías dormir acurrucada conmigo? Eso era todo lo que necesitaba en ese momento.
—¿Disfrutar durmiendo? — preguntó en tono burlón, y me reí.
—¡Eso es!— Asentí y volví a pasar mi mano por su rostro, sintiendo que mis ojos se cerraban de nuevo por el sueño.
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Sentiment Ètrange - Las canciones que te hacen en mi | ALBALIA
FanfictionElla no se había fijado en mí, pero yo sí me había fijado en ella, de hecho, estaba completamente asfixiada por su presencia. Entonces, un calor se apoderó de mi cuerpo. ≼Que extraña sensación.≽ ...