CHAQUETA Y PARAGUAS

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El domingo, a pesar de la resaca que ya caracterizaba cada mañana que me despertaba después de salir de fiesta, estaba muy feliz y inspirada por la noche que pasamos todos.

Nos volvimos disparatados y prácticamente cerramos el karaoke de mañana. Pero fue una de las noches más divertidas que había pasado con estos locos. Alba, a pesar de participar en las charlas, las blromas, y claramente divertirse mucho con nosotros, decidió no cantar. Lo cual fue una pena, porque por lo que dijo Sabela, la mujer cantaba muy bien. Pero, no sería en ese momento que yo lo confirmaría el hecho, quizás ni siquiera estuviera preparada para ello aún. Tampoco tuvimos tiempo para hablar solas, lejos de todo el lío, aunque creo que incluso si tuviéramos la oportunidad tampoco haríamos.

Pero a pesar de eso, sentí y aproveché esa noche como no lo había hecho en mucho tiempo. Sentí, por primera vez, que ya no era tan difícil tratar con ella y que podíamos tener una muy buena relación, a pesar de todos los caminos equivocados que habíamos tomado hasta entonces. Me di cuenta de que cuando se proponía dejarse llevar y ser una mujer más común y corriente, que en ocasiones necesitaba desconectarse del mundo y de las obligaciones para disfrutar un poco de la vida, se convirtia en alguien totalmente diferente a lo que había conocido. Y podría ser una gran compañía para nuestras salidas.

Entonces decidí que en lugar de caminar, porque mi cuerpo no podía soportarlo y ni siquiera me apetecía, llamaría a Damien y lo invitaría a mi casa a tocar algo en la guitarra e intentar componer algo juntos. Sentía que tenía mucho que sacar, y esa siempre fue mi forma de expresarme y vaciarme. Expresar mi mundo y mis sentimientos en forma de canción siempre fue lo mío, así que me vaciaba de todas las cosas que necesitaban ser 'apagadas', ser asimiladas, para poder empezar de nuevo. Y creía que tenía mucho que descargar en ese momento. En mi vida descubrí que exteriorizar era la mejor manera de entenderme a mí misma y así saber cómo lidiar con el mundo que me rodea y decidir mis próximos pasos en él.

Damien pasó por mi casa a última hora de la tarde con su guitarra, después de salir de la casa de Alba, y tocamos durante horas y horas. Canciones que íbamos descubriendo que a los dos nos gustaban en común. Me mostró algunas que nunca había escuchado y le mostré mis canciones secretas. Me encantaba descubrir nueva música de la gente que me rodeaba y, hacer ese intercambio. También me mostró mucho de su propia composición y le mostré algunas de mis canciones ya terminadas y otras que estaban en proceso. Tenía esa vieja y fastidiosa costumbre de comenzar una canción y luego perder el interés y dejarla de lado. 

Él chico era realmente bueno, podía moverse con la voz cuando se lo proponía y cuando no se sentía tan acojonado. Por ejemplo, en el karaoke, era uno de los más avergonzados a subir al escenario, pero cuando se relajaba, era súper bueno. Allí, conmigo solo, sentí que estaba a gusto, por lo que todo fue muy natural y fluido.

Empecé a componer con su ayuda una canción que había estado en mi cabeza hacía semanas, con esas palabras que de vez en cuando me salían de la nada. Pero había tan pocas palabras y revelaban tanto de mí, que no sabía si estaba de humor para mostrarle esa versión mía en ese momento. Así que dejé la letra a un lado y me concentré en encontrar y ajustar los acordes como imaginaba que sería la canción.

De todos modos, tuvimos un domingo tranquilo pero muy fructífero. Extrañaba la música más de lo que pensaba, la verdad. Grabamos algunas cosas con la intención de editarlas en algún momento y publicarlas en nuestras redes sociales, y subí un solo video a mi Instagram que en ese momento tenía algo así como 90k seguidores pero que, había estado abandonado por algún tiempo. Así que, ya no tenía más tanta interacción con ellos, que a pesar de eso, siempre me pedían que publicara algo nuevo. Y realmente mi deseo de hacer música estaba muy presente en esos días, entonces decidí servirles y publicar este pequeño video. Le pedí permiso a Damien, quien estaba muy animado y muy avergonzado también, en dosis iguales. Una vez publicado, los me gusta y las interacciones comenzaron a aparecer rápidamente. Y hubo muchos, para nuestra sorpresa.

Sentiment Ètrange - Las canciones que te hacen en mi | ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora