NEXT LEVEL [Tokyo Revengers]

03

Al llegar a la casa de los Sano, aparentemente ya habían regresado de haber velado al hermano de Mike.

Apenas llegamos fui a abrazar a Mikey, él me apretó contra él pero sin llegar a llorar.

—Traje dulces, Draken dijo que te gustaban. —Le dije haciéndole mimitos en el cabello.

—Gracias Moe. —Murmuró.

—¿Quieres ver películas? Podemos ir a comprar pizzas. Órale Draken, saca el dinero y ve por pizzas.

—No Moe, ahora no quiero nada. —Dijo Mikey separándose.

—No le niegues las películas y la pizza, se pondrá de manipuladora, ahora vuelvo. —Dijo Draken y se fue yo creo por la pizza.

—Yo no... No sé lo que es perder a alguien, a pesar de que no tengo papás nunca supe lo que era... —Le dije. —Pero no pienso dejarte solito, estaré contigo como garrapata.

—Moe, ahora no. —Pidió con lágrimas en los ojos.

Mi corazón de pollito se destrozó, volví a abrazarlo y ésta vez se puso a llorar como bebé.

—Tranquilo Mike Wazowski, estoy aquí para ti. Desahogate, lo mejor que ahora puedes hacer es desahogarte. —Le dije escuchandolo llorar.

Una vez estuvo más tranquilo nos sentamos y puse una película de risa, después llegó Draken y nos pusimos a comer.

Creo que logramos hacer que se distrajera un rato, ya que estaba riendo y hablando sobre la película.

Después Mikey se quedó dormido en mi hombro, ya había estado satisfecho con la comida y cayó rendido. Quité a Draken para acomodarme en el siguiente asiento y de esa forma Mikey descansará en mis piernitas.

—Oye Moe. —Llamó Draken y yo lo miré. —¿Alguna vez has pensado en tus padres? Es decir, ¿En quienes son?

—Bueno, una vez me puse a pensar en ellos. Pero no le di muchas vueltas porque llegue a la conclusión de que si ellos no me hubieran abandonado, yo no te hubiera conocido, ni a ti ni a Mikey y a los chicos. He crecido trece años de mi vida sin ellos, no creo que me afecte crecer otros treinta años sin ellos.

—¿Y no crees que necesitas tener padres?

—Noup, porque te tengo a ti. ¿Recuerdas lo que me dijiste? Que yo no necesitaba saber defenderme porque sino tu ya no me podrías cuidar... Bueno, no necesito que dos personas me cuiden, quiero que tú lo hagas.

—¿Que hay si aparecen tus padres?

—Huiré de ellos. ¡Uh, ya sé! La Toman y tú me defenderán si ellos intentan llevarme. Les darán una gran paliza.

Draken rió divertido y seguimos viendo otra película.

—¿Qué pasará con Mikey? —Pregunté.

—Nada, así como es intentará seguir con su vida, la Toman lo mantendrá distraído.

—Ouh, ¿Puedo ser parte de la Toman? Ah no, tengo que saber defenderme. Si me defiendo ya no podrás cuidarme... ¿Puedo ser la que barre?

Draken soltó una carcajada casi haciendo que Mikey despierte.

—Ya veremos dijo el ciego. —Dijo él levantándose y tomando las cajas de pizza.

—¡Pero los ciegos no ven! —Exclamé.

—Por eso. —Dijo y se fue.

—Ay, no entendí. —Hice puchero.

Mikey despertó luego de un rato, y salimos porque según tenían reunión con la pandilla.

—Estamos todos reunidos aquí, porque Mikey y Draken se van a casar, Mikey besa al Golem. —Dije en burla ya que ambos miraban hacia donde yo estaba. —Bromita, yo me quedo aquí, sigan en lo suyo.

Para no hacerles el cuento largo, Mikey mencionó algo de ampliar la pandilla, así que buscarían a otras personas que se quisieran adentrar en estás cosas.

—¡Yo tengo dos personas que son excelentes! —Exclamé levantando mi manita.

—¿Quiénes? —Mikey levantó una ceja.

(La verdad no he leído el manga, todo lo que sé es por el anime y algo del Chibi jeje, así que desconozco como se unieron los gemelos a la Toman.)

—¡Los llamaré, no quedan lejos de aquí! —Exclamé sacando mi celular. —Hola señora mamá de los gemelos, ¿Deja salir a sus hijos un ratito?... Si, yo se los llevo, dígales que los veo en ****, gracias señora mamá de los gemelos. Ya vienen.

En lo que ellos seguían en su junta, los gemelos llegaron.

—Ejem... —Llamé la atención de los chicos. —Estos son los gemelos, Nahoya y Souya Kawata.

—¿Por qué uno está feliz y el otro enojado? —Preguntó Draken.

—Así son. —Dije obvia. —¿Entonces?

—¿Saben algo de peleas? —Preguntó Mikey.

—Nuestro padre es un boxeador. —Contestó Souya con un gruñido. —Aunque Smiley es el mejor y más fuerte de los dos.

¿Smiley? Cuestioné a mi mente, quizás antes de venir habían planeado nombres clave o algo así.

—Estan dentro, bienvenidos a la Tokyo Manji, o Toman como gusten llamarlo. —Sonrió Mikey.

Y bueno, mi trabajo no fue fácil, aunque no era miembro de la Toman, me encomendaron encontrar gente. Muchas veces me iban a dar en mi madre por andar de chismosa, pero hice mi mejor esfuerzo en encontrar gente que valiera la pena.

Así llegó Peyan, Chifuyu, Mucho, y muchos otros. Después de algunos meses dividieron por secciones a la Toman, y de esa forma comenzaron una pandilla muy fuerte.

Cómo era tradición, Draken y yo fuimos juntos a los festivales que habían, a veces yo quería comprar la comida más picosa pero él no me dejaba.

—¡Pero yo quiero eso que parece picoso! —Lloriqueé.

—No porque luego te estás quejando de que no puedes hacer bien del baño. —Gruñó jalando el moño de mi yukata.

—¡Tomaré ese riesgo! —Pero él me sujetó de la cintura y me levanto del suelo comenzando a caminar. —Volvere por ti, cosa que parece picosa.

—Siempre que venimos es lo mismo, sabes que los vendedores cada festival hacen más picosas la comida. —Me dijo dejándome en el suelo.

—¡Pero es delicioso! Tu porque eres nena y nunca quieres probar nada picoso.

—Amo demasiado mi salud como para después tener gastritis.

—Ay eres bien aguafiestas.

—Mejor te invito un helado.

—¡Yey, helado! ¡Quiero uno de chamoy!

—¡No vas a comer nada de picante hasta nuevo aviso!

—Aburrido.

—Pedorra.

—Idiota.

—Cagona.

—¡Sólo fue una vez! ¡Una vez!

—Hasta tapaste el baño.

—Pero luego lo destape, cállate ya que no me dejas caminar.

—Ni te estoy agarrando.

—Por eso, cállate que no me concentro.