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—Eres un asco. —Dije recordando las palabras que dijo Draken. —Cuando no le sabes, no le sabes.

—Cierra el pico y ayudame a levantar. —Dijo desde el suelo, le ofrecí mi mano pero el baboso se volvió a caer.

—Caray que pena. —Me burlé. —Mejor siéntate y vete de perrito limpiandose el trasero.

—Me caes mal. —Gruñó arrastrándose hacia la orilla para levantarse.

—A ver, sujetate de mis hombros, me iré haciendo hacia atrás poco a poco. Nada más no vayas a hacer tus burradas y te caigas porque me vas a tirar. Mantén firmes las piernitas.

Íbamos bien pero entonces me llegó una llamada.

—Momento. —Dije y se quedó quieto, sin ver de quién se trataba conteste el celular. —¿Si diga?

—¡Moooooeeeee!

—¿Qué pedo? ¿Estás llorando? —Pregunté y Draken me miró curioso.

—Estaba con mis amigas, y ellas me dijeron que Draken se está viendo con otra chica.

—¿Cuándo te dijeron eso?

—Ahorita, dijeron que los vieron juntos hace días pero que no me habían dicho para confirmar.

—¿Te has puesto a pensar que yo podría ser esa chica de la que hablan?

—No eres tú, porque hasta me mostraron una foto y no tiene el cabello como tú, de hecho tiene el cabello rojo.

—A ver dame un minuto. —Miré a Draken y sin decir nada le solté un puñetazo tirándolo al suelo. —Voy a arreglarlo, ¿Si? Estaré en tu casa en una media hora.

—Te lo agradezco Moe.

—¿¡Qué mierda te sucede!? —Exclamó Draken en el suelo.

—¡Eres un puto asco! ¿¡Cómo puedes ser así!?

—¿¡De qué mierda hablas!?

—¿¡Con qué maldita chica te has estado viendo!? ¡Emma está llorando porque te ves con otra!

—A ver, a ver, Moe, baja la voz. Vayamos a casa y hablamos tranquilamente, anda ayudame a levantar.

—Vete al diablo. —Bramé yendo hacia la puerta, me saqué los patines y me puse mis zapatos para después irme de ahí.

Apenas salí del centro comercial fui a la casa de los Sano, el abuelo me abrió y me dejó pasar diciendo que Emma estaba llorando desde hace dos horas.

—Emma, estoy aquí. —Golpeé la puerta con mis nudillos.

—Pasa. —Dijo.

Cuando entré ella estaba boca abajo en su cama, pero la escuchaba llorar muy fuerte.

Me subí junto a ella y la abracé, ella se giró subiendose sobre mi así como si nada y volviendo a llorar.

—¿Por qué, Moe? ¿No soy suficiente?

—Oye, oye, no digas eso. Claro que eres suficiente, pendejo él que no sabe lo que tiene enfrente.

—Es que... Siempre se la pasa hablando de Motos, la Toman, incluso de ti, pero nunca tiene interés en mi. Cuando empezábamos a salir siempre sacaba el tema de ti, a Moe no le gusta esto, o le gusta esto y tiene prohibido esto. Antes de conocerte estaba molesta y celosa, porque quería ser como tú pero ni siquiera sabía cómo eras. Y... Cuando te conocí aunque fuiste intimidante, me agradaste, porque Draken tenía razón... Eres increíble Moe.

NEXT LEVEL [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora