44

3.1K 520 47
                                    

—¿Ahora que te sucede? —Preguntó tranquilo Draken.

—¡Perdón, lo arruiné todo! —Lloriqueé abrazándome a su pierna.

—Está bien, no fue tu culpa, debí haber aclarado antes quién era Yuku. —Dijo acariciando mi cabello. —Yo también lo siento por todo lo que dije.

—¿No me vas a abandonar? —Lo miré haciendo un puchero.

—No Moe, no lo haré nunca de los nuncas. —Sonrió.

Me levanté y lo abracé haciendo que ambos cayeramos.

—Ah, el poder de la hermandad. —Dijo Mucho. —Pues me alegra que todo esté mejor, aún me deben mi semana con Moe, ya no hemos salido juntos a comer elotes.

—¡Yey, elotes, podemos ir ahora! —Exclamé emocionada tomando la mano de Mucho para salir del departamento.

La verdad... Mi decisión era irme de Shibuya, pero Takemicchi mencionó que me había ido y por eso me uní a una pandilla, supongo que luego regresé a Shibuya y mi pandilla se unió a la Toman. Cómo sea, igual decidí quedarme para que eso no suceda.

Ya todos habíamos pedido nuestro elote, pero vi a Hanma alejado de los demás así que me acerqué.

—Lamento haberte hecho molestar y preocupar. —Le dije. —Muchas gracias por estar ahí conmigo.

—Para ti siempre estaré, princesa. —Sonrió dándome un golpecito en la nariz. —Me tengo que ir ya, hasta luego.

Me despedí de él y regresé con los demás.

Draken había decidido venir a vivir conmigo, así que fuimos por sus cosas, nos despedimos apropiadamente de todos y llegamos a nuestro nuevo hogar.

Aunque claro, teníamos que ir a comprar despensa porque no había nada de comida, pero en cuanto abrí la puerta para irnos, un cuerpo se lanzó hacia mi tirandome al suelo.

—No me abandones. —Era Mikey.

—Mikey. —Dije y otra vez me llegaron las ganas de llorar. —Drakencito, ¿Vas tú por eso?

—Bien, los veo en un rato. —Dijo pasando por encima de nosotros y revolviendo el cabello de Mikey.

—Mikey, no me voy a ir, he decidido quedarme aquí con todos ustedes. —Le dije abrazándolo con mis brazos y piernas.

—Eres como otra hermana para mí, no me dejes solo. —Dijo y mi corazón de pollo me hizo llorar.

—Nunca te abandonaré, y si llego a hacerlo, dame unas patadas voladoras. —Reí entre lágrimas.

Ambos nos quedamos en el suelo abrazados.

—Ya me dio calambre. —Dijo separándose y sentándose a mi lado. —¿Por qué te ibas a ir?

—Fue una tontería por la que peleamos Draken y yo, y también fue una estupidez querer irme.  —Dije limpiandome las lágrimas. —Pero aquí me tienes, hay más Moe para ti.

—Eso espero porque sino iré hasta donde estés y si te voy a dar tus pataditas.

—Oye Mike Wazowski... Si en el futuro nos alejamos, sea por las razones que sean... Y alguno de los dos quisiera acercarse al otro, ¿Seguiremos igual?

—Probablemente, me agradas mucho y como te dije eres como una hermana más para mi. Pero no pensemos en que nos vamos a separar, está claro que no lo haremos.

—Espero que no. —Le dije. —Date vuelta.

—¿Uh? ¿Para qué?

—Solo hazlo. —Reí él sonrió y se giró.

Me saqué el collar estilo militar que tenía, casi igual al que le había dado a Draken, y se lo puse a Mikey.

—¿Qué es...? —Preguntó pero se quedó callado mirándolo. —¿Por qué me lo das?

—Es algo así como una promesa, de que sea lo que pase en el futuro y si nos separamos, volveremos a unirnos. Y si no, pues de todas formas para mantenernos de alguna forma juntos.

Me levanté del suelo ayudando a Mikey, pero cuando iba a dirigirnos hacia la sala, recordé que había roto la mesa.

—Chin, espera aquí. —Le dije.

Fui por la aspiradora y con esa recogí los pedazos pequeños de vidrio, ya después sacaría esas cosas, mientras ya no había peligro.

—Moe... —“mhm”. —Sabes que nunca digo como me siento con los demás, pero me siento muy tranquilo cuando estoy contigo, siento que podría decir cualquier cosa y tú me escucharías.

—Puedes hacerlo, ¿Qué te atormenta?

—Baji, desde su muerte... He estado pensando que él y Shinichiro están conmigo. Cuando voy en la moto, es como si ambos fueran conmigo o me hablarán. Aunque me siento bien con eso, no creo que sea normal.

—Quizás sea porque te están cuidando desde donde están. —Le dije haciéndole trencitas en el cabello. —No tengo la menor idea de quién fue Shinichiro, pero era tu hermano, claramente aún te cuida. Y Baji, él definitivamente va a cuidarte, eres su amigo y aunque no esté aquí va a querer lo mejor para ti.

—¿Tú crees?

—Sip, incluso si yo llegara a morir, porque no sabemos que pasará, yo también seré parte de ellos y te voy a cuidar. —Dije dándole un abrazo por la espalda. —Mike Wazowski, te quiero mucho.

—Y yo a ti. —Suspiró sujetando mis brazos.

NEXT LEVEL [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora