NEXT LEVEL [Tokyo Revengers]

Part 2 - 74

Ya publique la nueva historia, si pueden pasense luego a mi perfil para leerla y me dicen si les gusta, igual no creo que esté buena como para quedarse jajaja.

Se llama Cry For Me.

Momento, nunca lo había visto en vida real, ¿Cómo pude verlo en el sueño?

—¿Entonces me casaría contigo? —Pregunté y él asintió desinteresado. —¿Y tú estás de acuerdo?

—No, pero no es como que me importe, el convenio solo dice estar casados, no que nos llevemos bien y seamos una pareja como tal.

—Ouh, ¿Y si me gusta alguien y estoy en una relación? —Pregunté haciendo mi mejor carita de perro abandonado.

—Lo terminas, o si prefieres solo dile que onda y mantienen su relación en secreto. Porque no pueden ir por la calle besándose si te casas con Inasa, matarían a tu novio los de la mafia. —Dijo el hombre.

—Ah pues si... ¿Y qué clases de beneficios o eso tendría yo casándome con él?

—Cualquier cosa que quieras, es financiado por el abuelo. —Dijo Inasa.

—Ah, o sea prácticamente lo mismo que tengo. Ta bien, ta bien. —Dije. —Pero igual tengo que consultarlo con mi manager, porque si es algo muy... Ustedes saben, es algo que tengo que procesar. ¿Qué dicen que pasa si no me caso?

—Bueno, ahora que sabes quién es mi hijo, además de quitarte todo lo que les pertenece, los mataremos.

°°°

—Amistades, banda, compañeros, camaradas, besties, compadres, compinches...

—Al grano. —Gruñó Baji golpeando la mesa.

—Me voy a casar. —Dije de golpe.

Todos se levantaron a felicitar a Smiley pero el estaba con la boca abierta, incluso podría jurar que tenía los ojos abiertos.

—No es con Smiley. —Murmuré y de pronto todos se callaron.

—¿De qué hablas? ¿Cómo que no?

—Es una larga historia, el abuelo hizo un trato con la mafia, y luego hicieron un convenio que la primera hija o nieta de la familia tenía que casarse con el primer hijo varón de esa familia, el abuelo no lo respetó y deshizo lazos, pero el convenio estaba ahí, cuando volvieron a tratar de hacer el convenio Soyeon me dejó en el basurero, y... Bueno la cosa es que saben que estoy viva y quieren hacer que el hijo y yo nos casemos. De no hacerlo nos van a quitar todo y nos van a matar.

Ellos estaban super shockeados, hasta yo seguía así.

—¿Entonces es todo? Esperé cinco malditos años para nada. —Exclamó Smiley yéndose.

—¡No, espérate! ¡Aún hay más!

—¡No tenías que reunirnos aquí para decirnos que te vas a casar con un tipo que no conoces! ¡Maldita sea me gustas desde que te conozco, tenías diez cuando eso pasó! ¡Llevo diez malditos años esperando que fueras mi pareja y cuando por fin lo logró te vas a casar con el primer hijo de perra que conoces! ¡Terminamos!

—¡Nahoya, no es así! —Exclamé pero ya se había ido.

Mi pecho dolió y me solté a llorar, Emma se acercó a mi y me abrazó.

—¿Qué es lo que ibas a decir? —Preguntó Angry con la cabeza agachada.

—No es un verdadero matrimonio, solo... Se podría decir que es por contrato. La cosa solo es casarnos, estuve hablando con la esa mafia y dijeron que tampoco era necesario estar casados toda la vida, que incluso si era por dos meses estaba bien.

—¿Y qué pasará con Smiley? —Cuestionó Chifuyu.

—Dijeron que podía estar con él, tipo a escondidas porque si alguien se enteraba de él podrían matarlo. Pero para evitar cualquier cosa, creo que estuvo bien el que terminaramos. —Suspiré.

—Tranquila, ya verás que dos meses se pasarán rápido. —Me dijo Mikey acariciando mi cabello.

°°°

Ya estábamos en el registro civil, Inasa vestía un smoking totalmente negro mientras que yo un vestido blanco.

Draken estaba a mi lado como testigo, y al lado de Inasa estaba su abuelo, el jefe de la familia.

—Pues ya están casados, pueden besarse... O quizás no, depende que tan conservadores sean. —Dijo el juez.

Inasa se acercó a mi y asintió señalando con la cabeza a su abuelo.

Los dos nos acercamos y nos dimos un pequeño beso.

Definitivamente no sentía absolutamente nada comparado con lo que Smiley me hacía sentir.

Al separarnos ambos fingimos sonreír hacia las cámaras, el jefe se acercó a Draken y comenzaron una breve conversación, la cuál acabó cuando nosotros ya nos íbamos.

La familia decidió hacer una fiesta, por lo que invitaron a mis padres, incluidos la familia Ryuguji. Me asustaba un poco porque los gemelos estarían expuestos a lo que sea que la familia quiera hacer.

—¡Brindó por la nueva familia que hará mi querido nieto!

—¡Por más herederos!

—¡Por la felicidad de la familia!

—Ay mijita, estás muy joven, ¿Cómo vas a tener crías tan rápido? —Me pregunto una ancianita.

—¿Crías? ¿De qué hablamos?

—Si, el abuelo quiere que Inasa y tú tengan un hijo, ¿No te dijeron?

¿Qué demonios?