NEXT LEVEL [Tokyo Revengers]

34

—It's my birthday, It's my birthday. —Chillé emocionada mientras saltaba en la cama de Draken. —¡Finalmente tengo dieciséis!

—En realidad, seguramente los cumpliste antes o después.

—¡Pero fue el día que me encontraste! ¡Desde ese día celebramos el día que me encontraste como mi cumpleaños!

—Es verdad. —Sonrió bostezando. —¿No prefieres dormir?

—¡Nop, es mi cumpleaños tengo que disfrutarlo desde que amanece hasta que anochece y dan las doce!

—Moe. —Regañó. —Son las pinches cinco de la mañana.

—Aish, entonces duerme, yo iré a dar una vuelta a ver si me encuentro a la de los tamales. —Bufé bajandome de su cama.

Me puse mis tanques y salí de casa, luego recordé que iba en mi pijama de dinosaurio y me dio pena, pero ya no podía regresarme porque iba a mitad de camino.

—Ya ni modo, aún es temprano y nadie me ve. —Me encogí de hombros y seguí.

Pronto escuché el sonido de los tamales, y corrí hasta alcanzarlos, pedí dos de rajas, uno de dulce, otro de verde y un atole de chocolate. Cuando iba de regreso a casa me encontré con Kisaki.

Me puse alerta ya que venía hacia mi.

—Moe, ¿Podemos hablar? —Preguntó.

—A ver mete tus manos a tus bolsillos y saca lo que tengas. —Dije apretando la bolsa de los tamales.

Él hizo lo que le pedí, y por suerte no tenía nada.

—¿De qué quieres hablar? —Pregunté dándole un sorbo a mi atole, pero me arrepentí porque me di una quemadota de hocico. —Ayjuesupinshemaye.

—Ten cuidado. —Me dijo con una sonrisa. —Quería disculparme por lo de la otra vez.

—¿De qué? ¿De qué hayas intentado matarme? Olvídalo, no pienso aceptar tus disculpas.

—Moe, pensé en lo que habías dicho, y sé que estuve mal en todo. No debí obsesionarme con Hinata Tachibana, ni tratar de meterme en su relación.

—Ouh, pues que bueno que entraste en razón.

—Y también lamento haber intentado lastimarte, no estaba pensando correctamente y... Hablé con Hanma y él me hizo saber que no estaba bien lo que hacía.

—Oh cierto, Hanma ya es parte de la Toman. —Dije feliz. —Pues te perdono. Ahora me tengo que ir, tengo que festejar mi cumpleaños adecuadamente.

—Sobre eso, me enteré y te traje algo. —De sus bolsillos saco un osito de peluche.

Me asusté porque entonces mintió de haber sacado todo lo de sus bolsillos.

—Ah, gracias, no te hubieras molestado. —Sonreí incómoda.

—No fue molestia. —Sonrió tétricamente.

—Bueno, ya me voy. —Me despedí.

Apenas gire en una esquina me fui corriendo hacia la casa, al llegar deje los tamales y el atole en la mesa y corrí hacia Draken metiendome de sopetón en su cama, me aferré a él con fuerza.

—¿Qué demonios te...? ¿Qué sucede? Estás temblando.

—Nada, no pasa nada. Es... ¡La emoción! Si, es la emoción. —Traté de darle mi mejor sonrisa y aparentemente se lo creyó.

—Vamos, te prepararé el desayuno.

Íbamos de camino hacia la cocina cuando tocaron fuerte la puerta, nos miramos entre si pero luego yo fui a abrir.

Apenas abrí la puerta alguien me jaló hacia afuera.

Estaba aturdida, después de parpadear muchas veces vi que se trataba de Takemicchi.

—¿Hola? —Pregunté.

—Dime que no has salido. —Suplicó sujetandome fuerte de los brazos.

—Si, fui por tamales. —Le dije.

—¿Con quién te encontraste en el camino? Necesito que me digas todo lo que viste en el camino.

—Ah, salí de casa, caminé y vi a los perros hacer cosas de perros, uhm, me di cuenta de que llevaba mi pijama y dije que oso, pero seguí mi camino, giré a la derecha, vi un gato ser perseguido por otro gato, seguí camino hasta que escuche a la de los tamales y corrí, pedí mis tamales y de regreso vi casi lo mismo pero me encontré con Kisaki, el de la tercera división, ¿Te acuerdas?

Takemichi me soltó y comenzó a murmurar un montón de cosas, luego se enderezó y me miró.

—Tengo que contarte algo, es muy importante.